Ofrece pediatra herramientas para mejorar el sueño infantil

TRENTON, Nueva Jersey, EU, 5 de julio de 2025.- Cuando una mujer está embarazada, entre los consejos más comunes es que duerma mucho, pues no lo podrá volver a hacer de la misma forma. Y es completamente cierto: los mayores desafíos que se enfrenta en la maternidad y paternidad es el sueño de los bebés y niños, especialmente cuando nacen, pues les cuesta regular su sueño y suelen tener despertares nocturnos ya sea porque no pueden dormir, quieren alimentarse, e incluso porque están más cansados de lo que deberían.
Esto hace que ni los padres ni el bebé o niño descansen bien y trae muchas consecuencias negativas, por lo que es importante trabajar en mejorar el sueño del pequeño desde que es recién nacido.
La pediatra Roxana Acosta reveló a Quadratín Hispano diversas herramientas para mejorar el sueño infantil, y una de ellas es crear una rutina desde que el bebé nace.
“Es fundamental establecer horas fijas para dormir y despertarse todos los días, debe ser una rutina constante, que se empiece con un baño, por ejemplo, luego con el ruido blanco. Si es un bebé, dar la lactancia antes de dormir y generar una repetición diaria para que se haga ese hábito”, explicó.
La especialista venezolana explicó la importancia de comenzar con la rutina entre las 19 y las 21 horas. “Lo ideal es que se duerma a las 21 horas para levantarse temprano y desayunar a las 8 horas y tener una merienda a las 10 y almuerzo a las 12. Entonces el ideal es que tenga por lo menos ocho horas de sueño”.

¿Cómo debe ser el ambiente ideal para que un bebé duerma y cuáles son las consecuencias si no descansa adecuadamente?
La experta destacó que, si un niño no duerme bien, tampoco se alimentará adecuadamente ni rendirá en el día y puede generar hasta enfermedades, por lo que advirtió también que no se le debe permitir las pantallas, ya sea de celular o televisión, para que no se distraigan o sobrestimulen.
Y destacó la importancia que el bebé o el niño duerma en un ambiente seguro sin muchos juguetes, ni almohadas y con una postura correcta, además de reconocer las señales de sueño como si se restriega los ojos para comenzar la rutina y no esperar a que el pequeño esté muy cansado para dormirlo, pues puede generar consecuencias negativas.
“No puede esperar a que esté muy cansado para dormirlo y que duerma más cómodo, pues puede pasar lo contrario. El niño se sobrestimula y puede tener sueños interrumpidos, terrores nocturnos y se despierta más cansado de lo que durmió porque lo estableció su ritmo de sueño normal. Y eso le va a generar más irritabilidad, problemas de conducta y más”, señaló.
La experta dejó claro además que las siestas en el día son importantes, acorde a su edad. “Los niños menores de dos años deben tomar al menos dos siestas, una en la mañana y otra en la tarde y después de los dos años, una siesta durante la tarde. Y deben ser siestas cortas porque las largas generan interrupción en el sueño nocturno”, explicó.
Otra herramienta que beneficia el sueño de los niños es el colecho, que consiste en que los padres duerman con él en la misma cama.
“Muchos no están de acuerdo con el colecho, pero en algunas familias es una buena herramienta porque el niño se siente seguro, protegido, cómodo y puede tener un mejor descanso”, resaltó.
¿Qué hacer ante las regresiones de sueño en los bebés?
Los bebés, además, experimentan regresiones del sueño y brotes de crecimiento que suele afectar su sueño y cualquier avance que hayan logrado.

La experta explica que se dan a los cuatro y ocho meses, y los afecta impidiendo que concilien el sueño, haciendo que despierten más seguido o poniéndolos irritables, por lo que ofrece estos consejos.
“Es importante ofrecerles un ambiente tranquilo, cambiarle la ropa por una fresca, o colocarle una pijamita, un bañito con agua tibia para que ellos se sientan relajados, y disminuir las luces. Y así vamos creando la rutina del sueño, y cuando ya ellos sientan que están haciendo su rutina del sueño, eso los relaja durante esa regresión”, explicó.
Además, enfatizó en colocarles ruidos blancos, pues eso los ayuda a calmarse y dormir y aseguró que si no se tiene algún aparato con este tipo de ruido se le puede colocar un ventilador.
“Ya cuando él siente el sonido que se enciende en su cerebro, empieza a prepararse para el sueño. Y la realidad del sueño es competitiva. No todos los bebés van a dormir toda la noche, no todos antes del año. Entonces eso necesita paciencia”, afirmó la especialista venezolana, dejando claro que aunque parezca un reto, se puede lograr que los bebés y niños duerman adecuadamente si se es persistente con la rutina y se tiene paciencia.