Libros de ayer y hoy

Churubusco y las actuales amenazas de guerra
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Parece mentira, pero solo en unas cuantas semanas estamos rodeados de amenazas de guerra no solo en México. Venezuela es la más copada, y los buques gringos con marines, ya navegan con la advertencia por el Caribe. El Caribe sur que tiene al norte a Venezuela, es el más amenazante con buques abiertamente de guerra. Ese país está totalmente movilizado y ha prohibido todo movimiento con aparatos volátiles, aviones y avionetas. En México a diario nos sorprende cualquier movimiento en el cielo, porque aunque sea un simple dron, no sabemos de donde viene. Y en la frontera norte la línea divisoria se va copando amenazadora desde que entró Donald Trump, hace menos de ocho meses. Desde el Caribe ya llegan las protestas y Nicolás Maduro, señalado ya por el empresario como un enemigo al que hay que detener (hay oferta de 50 millones de dólares) denuncia la cercanía de esos buques amenazantes, mientras el gobierno gringo decide desde sus oficinas lo que pasará en América. Ahí está inserto y muy metido en lo que pasará en otros continentes con su intervención, mientras decide lo que hará con Ucrania y se hace el desentendido con los avances asesinos de Netanyahu en Gaza. Puede haber algunas diferencias con lo que pasaba en la invasión de aquel presidente gringo en 1846 James Polk, y la batalla cruenta en Churubusco el 20 de agosto de 1847, pero en este caso no es solo en México la amenaza, se anuncia en multitud de países.
EL EX CONVENTO DE CHURUBUSCO, GUARDA RECUERDOS DE AQUELLA VALENTÍA
Llamado ahora EL Museo Nacional de las Intervenciones, antes ex Convento de Churubusco, tenemos en la Ciudad de México uno de los sitios gloriosos en donde la defensa de nuestro país es histórica. Es curioso que en días como estos, con zumbidos de guerra, en especial nos recuerden el 20 de agosto cuando las fuerzas estadounidenses penetraron hasta la ciudad de México y enfrentaron al ejército mexicano, de seis a uno como dice la historia (el número a favor de ellos, claro) en una cruenta batalla en la que se recuerda la gran valentía de los defensores en nuestro país. Lo singular es que aparte del ejército mexicano hubo una presencia de gran valía de civiles mexicanos y extranjeros que se juntaron heroicamente para defender la ciudad y desde luego al país. Es nuestra gratitud al ejército de San Patricio integrado por irlandeses que lanzaban el nombre de su santo principal y alemanes y europeos de todo tipo. En la derrota fueron fusilados y ahorcados; vencidos, dieron la vida por nosotros. Con las restantes batallas fue como se configuró en 1848, uno de los más grandes robos de terreno a México por los gringos vecinos. Y es de ahí, de nuestras propias tierras que robaron, de donde nos amenazan.
DE AQUELLA GRAN BATALLA QUEDA UN MUSEO Y EL MONUMENTO DE LOS CAÍDOS
La historia también deja sus signos a su paso para que las generaciones no los olviden. De aquella batalla que encabezaban en su defensa los generales Manuel Rincón y Pedro María Anaya quedan de aquel convento franciscano, el Museo Nacional de las Intervenciones como una manera de recordar en forma permanente al invasor y no descuidarse. Es una advertencia en este momento. El Museo está situado en la calle que lleva el nombre del día de la batalla el 20 de agosto, en esquina con la calle que lleva el nombre de aquel valiente general Pedro María Anaya. Y en el sitio, el Monumento de los Caídos en recuerdo de los soldados y los civiles que dieron sus vidas. Críticas que se hacen porque no se resaltan los nombres de esos valientes. La UNAM en su investigaciones sobre Las relaciones México-Estados Unidos (Instituto de Investigaciones Históricas UNAM, 2006) dedica nueve textos para a dar a conocer a fondo este episodio, tan valiente y tan trágico para nuestro país.