Libros de ayer y hoy

Equinoccio, los 43 y la vigilancia en la Corte
Ya somos otoñales. Las fechas se ajustan aunque no siempre el clima, muy desatendido, que no se adapta a lo dispuesto. Pero ahí iremos en ese navegar de la vida, muy quedito según se las da, pero que a la vista están en este período dos revoluciones famosas en ese transitar, la nuestra el 20 de noviembre de 1910 y la rusa el 25 de octubre 1917, que para los efectos de su calendario juliano sería el 7 de noviembre de ese año. La lluvia seguirá cayendo hasta este último mes según los expertos, aunque ahora con mayor probidad. Lo importante es que lagos, lagunas y presas en el país han tenido buen recaudo de líquido. Solo hay que ver como se expresa en nuestra economía la disminución de las exportaciones al vecino país, cuando el ganado y el jitomate experimentan rechazo. En el segundo se refleja en el interior en bajo precio pero no en la carne del primero. Por el contrario la de res está más encarecida. Asuntos importantes, pero yo les iba a hablar de la justicia, en realidad.
EL NUEVO PODER JUDICIAL DEBE MOSTRAR AL PÚBLICO SU CAMBIO
La reforma al Poder Judicial de la Federación causó infinidad de problemas. Pero la reforma se logró y un nuevo poder está instalado. Los cambios se van dando poco a poco, pero cuando se da de repente algo que puede enturbiar ese cambio, es bueno darlo a conocer cuanto antes. En ese caso es un asunto que se había anunciado desde hace varios días, pero que se consolidó el pasado 20 de septiembre: entra como asesor del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz, el abogado Vidulfo Rosales que fue asesor de los 43 de Ayotzinapa durante varios años hasta hace unas semanas. No le conocemos a ese abogado una trayectoria cercana a ese poder, mas bien en el litigio por eso fue sorpresa saber que se incorpora al más alto nivel. Para esta columnista que ha mencionado a ese abogado varias veces, el caso de él en la Corte, es un error. Y no hay nada personal porque al señor Rosales solo lo conocemos por su actuación con los padres de Ayotzinapa. El problema fue la politización que hizo de ese caso, que puede repetirse en la Corte.
CON ROSALES EL CASO DE LOS 43 NO TOCÓ PARA NADA EL SEXENIO DEL CRIMEN
El caso de los normalistas de Ayotzinapa sucedió el 26 de septiembre de 2014, en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Fue en ese sexenio en el que surgió la llamada verdad histórica que daba los datos que el público conoció entonces a partir de esa propuesta del fiscal Jesús Murillo Káram. Más tarde ya en el sexenio de AMLO todos supinos del grupo de expertos afiliados a la OEA que hicieron su respectiva investigación y no coincidía con la verdad presentada por el gobierno de EPN. Las cosas se fueron complicando hasta llegar al abogado Vidulfo Rosales ya apoderado de la asesoría de los padres cuando empezó la actitud directa del señalamiento al sexenio de AMLO, al grado de obligar a la renuncia de un funcionario honesto como Alejandro Encinas que llevaba el caso en la Secretaría Gobernación. La intervención de Rosales fue acentuando su enfrentamiento para llegar al estado actual en el que pese a los aportes del sexenio pasado y los que se han hecho en el presente, nada ha sido estimado de parte de los padres. Hace poco se informó que el abogado Rosales había dejado el apoyo a los padres y se enfilaba a la Corte. Es importante destacarlo porque su postura con el caso de los 43, siempre fue política de parte de él y en contra de AMLO. El poder Judicial no es un entorno para politiquerías y no fue esa la intención de quienes votamos la reforma. No es tarde para hacerlo notar.