Rechazan plan que pone en riesgo apoyo alimentario en NY

TRENTON, Nueva Jersey, EU, 20 de junio de 2025.- Organizaciones estatales y funcionarios electos de Nueva York advirtieron sobre los efectos devastadores que tendría el proyecto de ley de reconciliación republicano, apodado Big Ugly Bill, sobre la seguridad alimentaria.
La propuesta contempla trasladar hasta 2.1 mil millones de dólares en costos anuales al estado, lo que pondría en riesgo los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) para más de 300 mil hogares.
Esta pérdida afectaría directamente a familias con niños, adultos mayores y personas con discapacidades, según informó la oficina de la gobernadora Kathy Hochul.
“Todo neoyorquino merece comer todos los días, así de simple”, dijo la gobernadora Hochul. “Hago un llamado a nuestros líderes del Congreso para que se unan a mí y den un paso al frente para proteger los fondos del SNAP, de los que dependen familias con niños, adultos mayores, neoyorquinos con discapacidades, agricultores locales y dueños de tiendas para sobrevivir”.
Además del recorte presupuestario, el plan endurece los requisitos laborales para acceder al programa y limita la flexibilidad de los estados para responder a condiciones locales como el desempleo.
Voces críticas advierten que miles de neoyorquinos quedarían excluidos del SNAP por no poder cumplir con exigencias burocráticas, mientras los gobiernos locales tendrían que absorber costos que históricamente ha cubierto el gobierno federal.
La medida también eliminaría programas educativos del SNAP, privando al estado de millones en recursos para enseñar a las familias a maximizar su asistencia alimentaria.
El impacto se extendería más allá de los hogares. Agricultores, supermercados y pequeños negocios sufrirían una pérdida de ingresos que afectaría a más de 18 mil comercios que aceptan SNAP en Nueva York.
Legisladores como Charles Schumer, Jerry Nadler y Nydia Velázquez expresaron su rechazo frontal al proyecto, que consideran cruel, contraproducente y con efectos económicos irreparables.
Coinciden en que reducir la inversión en seguridad alimentaria para beneficiar a los más ricos solo agravará la pobreza y la desigualdad en el estado.