Protesta nacional contra Trump e ICE registra escasa asistencia en NY

NUEVA YORK, EU, 1 de julio de 2025.- Bajo los lemas “¡Llama enfermo!”, “¿Hartos de Trump? ¿Hartos de ICE? ¡No vayas al trabajo!”, entre gritos de “¡El pueblo unido jamás será vencido!” y “¡Fuera ICE, fuera Trump!”, el Partido por el Socialismo y la Liberación, PSL, por sus siglas en inglés, convocó este martes una jornada nacional de protesta en rechazo a las políticas antiinmigrantes del presidente Donald Trump y a los permanentes abusos cometidos por la agencia federal de inmigración ICE contra la comunidad inmigrante.
La movilización incluyó acciones en varias ciudades del país y cinco puntos de encuentro en los condados de Nueva York, donde se invitó a trabajadores y estudiantes a ausentarse de sus labores como forma de resistencia. En Manhattan, el escenario elegido fue la icónica Plaza Quisqueya, en el Alto Manhattan, un lugar cargado de simbolismo para la comunidad dominicana e inmigrante.
“Nuestra comunidad tiene miedo, por eso estamos aquí, esta es una convocatoria nacional para proteger y defender a la comunidad inmigrante, no solo en Nueva York, sino también en California y otros estados. Hoy hacemos presencia en los cinco condados de la ciudad como parte de un llamado a no ir al trabajo, para visibilizar los ataques que nuestras comunidades están enfrentando por parte del gobierno de Trump”, dijo Brandon Macera líder de la organización PSL.
Sin embargo, la convocatoria en esa zona registró escasa participación. A pesar de los esfuerzos de los organizadores, apenas una veintena de personas se congregaron en el lugar, portando pancartas y alzando la voz con consignas como “Ice fuera de nuestro camino” Donald Trump se tiene que ir”, entre tambores, música protesta y expresiones artísticas. El miedo de represalias por parte de los empleadores sin duda influyó en la baja asistencia. En marchas pasadas, algunos de ellos despidieron a sus trabajadores por ausentarse.
“Siempre esperamos que venga más gente, somos una organización popular y queremos ver la mayor cantidad de gente posible, pero entendemos lo que está ocurriendo en nuestra comunidad, así que no importa el número, acá seguimos luchando por ellos”, afirmó Macera.
Según los convocantes, la jornada buscaba no solo visibilizar el rechazo a posibles nuevas políticas migratorias restrictivas, sino también demostrar que las comunidades trabajadoras e inmigrantes están dispuestas a defender sus derechos de manera colectiva.
“Estamos cansados y hartos de esta administración, por eso hoy hicimos un llamado a reportarnos enfermos. Estamos aquí para decir que ya basta de ICE, basta de Trump, este día es para nuestra comunidad, para estar con ella y celebrar su resistencia.
Hemos visto cómo esta administración ataca a nuestra gente trabajadora por todos los frentes a personas negras, inmigrantes, latinas, LGBT+, mujeres; en solo seis meses, hemos sido testigos de abusos constantes, y ya estamos hartos”, dijo uno de los representantes de la organización PSL, micrófono en mano, frente a los asistentes reunidos.
El llamado a esta huelga simbólica coincidió además con la reciente visita del presidente Trump a un nuevo centro de detención de inmigrantes en Florida que el mismo ha llamado Alligator Alcatraz. Durante su recorrido, Trump reiteró su intención de imponer deportaciones masivas a inmigrantes con órdenes de expulsión, señalando que este tipo de instalaciones, rodeadas por caimanes salvajes, servirán como modelo disuasorio para quienes intenten evadir la ley.

El Partido por el Socialismo y la Liberación se ha consolidado en los últimos años como una de las organizaciones más activas y visibles en la lucha contra las políticas migratorias represivas de ICE. A través de protestas, acciones directas y campañas de desobediencia civil, ha buscado movilizar a comunidades enteras en defensa de los derechos de los inmigrantes, utilizando además el arte como herramienta de denuncia y resistencia.
Sin embargo, pese a su historial de activismo constante y su discurso enfocado en la justicia social, la convocatoria en esta ocasión fue mínima, lo que, según los organizadores, podría deberse al temor persistente dentro de la comunidad inmigrante frente a las represalias y amenazas a las que se sienten sometidos.