
Explica Secretario de Transporte medidas para el aeropuerto de Newark
TRENTON, Nueva Jersey, EU, 16 de mayo de 2025.- El sistema ferroviario de NJ Transit quedó completamente paralizado desde la medianoche de este viernes, tras el inicio de una huelga por parte de unos 450 ingenieros de locomotoras, en medio de una disputa laboral que se prolonga desde hace más de cinco años.
Se trata de la primera huelga general en la agencia en más de cuatro décadas. El impacto ha sido inmediato: más de 350 mil pasajeros diarios quedaron sin transporte, generando caos en terminales, aumentos en los costos de viaje y una carrera desesperada por encontrar alternativas.
Un boleto de Amtrak de Princeton a Newark está en 150 dólares, tengo un viaje de trabajo programado desde Newark y ahora me toca cancelarlo”, Gloria Lopez afirmó luego de abandonar la estación sin respuesta.
La medida fue convocada por el sindicato Brotherhood of Locomotive Engineers and Trainmen (BLET), que exige aumentos salariales y mejoras en las condiciones laborales. Según el sindicato, la última propuesta fue rechazada por la empresa tras una intensa jornada de negociaciones que se extendió hasta altas horas de la noche.
Presentamos una oferta razonable que ponía fin a más de cinco años de discusiones. La rechazaron. Ahora está en su cancha”, declaró James Louis, vicepresidente del BLET, desde la línea de piquete en Newark.
Frente a la paralización total, miles de usuarios recurrieron al autobús, servicios de transporte compartido o a trenes operados por Amtrak, cuyos precios -en algunos casos- superaban los 100 dólares por trayecto, frente a los 19,25 que normalmente cuesta un viaje entre Trenton y Manhattan en NJ Transit.
La empresa argumenta que conceder las exigencias del sindicato implicaría enfrentar demandas similares de otros 14 gremios, comprometiendo su viabilidad financiera. Mientras tanto, el gobernador Phil Murphy instó a ambas partes a retomar el diálogo, aunque aún no se anuncia una nueva ronda de negociaciones.
NJ Transit ha activado un plan de contingencia que incluye reforzar el servicio de autobuses y fomentar el teletrabajo, aunque las autoridades admiten que estas medidas solo cubren una fracción de la demanda habitual.
La última huelga de este tipo ocurrió en 1983 y se extendió por casi un mes. Las autoridades temen que, si no se logra un acuerdo pronto, las consecuencias económicas y sociales se multipliquen en toda la región metropolitana de Nueva York.