Los países de Latinoamérica que permiten la eutanasia, además de Uruguay
TRENTON, Nueva Jersey, EU, 18 de octubre de 2025.- Uruguay aprobó el pasado miércoles la eutanasia, convirtiéndose en el primer país de Latinoamérica en aprobarla mediante una ley, pero no es el único en aceptarla.
Luego de un debate de 10 horas, 20 de 31 legisladores votaron a favor del proyecto de ley Muerte digna, aunque era rechazado por grupos católicos y algunos sectores conservadores del país.
"Transcurrir con dignidad el proceso final de la vida, cursando una enfermedad intratable, incurable, irreversible, con sufrimiento insoportable y con grave y progresivo deterioro de la calidad de vida, no es un delito", expuso el senador Daniel Borbonet, del Frente Amplio.
Sin embargo, en otros países de Latinoamérica se ha aprobado la eutanasia, pero a través de fallos judiciales como es Colombia, donde la muerte asistida fue despenalizada en 1997 y es legal desde 2015.
Sin embargo, cuenta con una figura llamada libertad de conciencia que les permite a los médicos no realizar el procedimiento si va en contra de sus creencias personales.
En la lista también se encuentra Ecuador, quien se convirtió en 2024 en el segundo país de América Latina en despenalizar la muerte asistida en pacientes que enfrenten circunstancias extremas.
La Corte Constitucional de Ecuador tomó la decisión luego de que Paola Roldán, una mujer con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), pidiera que se le permitiera acceder a una eutanasia para poner fin al sufrimiento y la postración que le provocaba la enfermedad y tras varios meses de deliberación, se emitió el fallo favorable y se declaró la "inconstitucionalidad condicionada" del artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sancionaba con penas de entre diez y 13 años de prisión el homicidio simple, incluyendo los actos de eutanasia.
En Perú, aunque las leyes prohíben la eutanasia, una corte falló en 2021 a favor de la solicitud de una mujer que padecía polimiositis, una enfermedad rara y degenerativa, y que reclamaba su derecho a una muerte digna y su caso se considera una excepción y en México, la eutanasia no es legal y han fallado en el Congreso varios proyectos de ley, pero en Ciudad de México y Aguascalientes, Jalisco, Michoacán y Yucatán, entre otros, se permite la eutanasia pasiva, donde se permite que pacientes en estados terminales rechacen los tratamientos paliativos.
Por otra parte, en Argentina el Senado aprobó una ley en 2012 que autoriza a rechazar tratamientos que prolongan artificialmente la vida de pacientes con síntomas terminales o irreversibles y en Chile, desde el mismo año los pacientes en estados terminales pueden rechazar la continuidad de los tratamientos.
En Cuba, la Asamblea Nacional aprobó la muerte digna como parte de una legislación que actualiza el marco legal del país para su sistema de salud universal y gratuito en 2023 y en el caso de Estados Unidos, la muerte asistida es legal en diez estados y en Washington DC.
Claves de la Ley de Muerte Digna en Uruguay
La Ley de Muerte Digna de Uruguay consta de 13 artículos y establece que pueden ampararse en este derecho las personas mayores de edad, psíquicamente aptas, que cursen la etapa terminal de una patología incurable e irreversible y padezcan sufrimientos que le resulten insoportables con grave y progresivo deterioro de su calidad de vida.
A su vez, califica a la eutanasia como un procedimiento realizado por un médico para provocar la muerte de la persona que se encuentra en las condiciones previstas y que solicita la práctica.
Quienes quieran asistencia para morir deben solicitarla por escrito a un médico, quien debe estar presente al momento en el que se firma la petición y luego debe dialogar con el paciente, informar los tratamientos disponibles y cuidados paliativos y constatar que la voluntad de morir es libre, seria y firme.
Luego que el médico avale el procedimiento, requerirá una segunda opinión de otro especialista que debe entrevistar al paciente que desea morir y estudiará su historia clínica en un plazo de cinco días, no más.
Si este segundo especialista confirma la opinión del primero, la eutanasia se podrá realizar y si la persona se arrepiente y quiere dar marcha atrás, puede hacerlo en cualquier momento.
De confirmarse la eutanasia, el médico responsable producirá la muerte en el lugar y el momento que el paciente lo decida y se lo debe comunicar al Ministerio de Salud Pública.
Además, la ley prohíbe a los centros médicos que se instalen o dediquen a la eutanasia, y se aplique este procedimiento a extranjeros, pues solo se permite a uruguayos o residentes legalmente establecidos en Uruguay.
