Relata hermano angustia familiar tras arresto de chef mexicano por ICE
TRENTON, Nueva Jersey, EU, 15 de noviembre de 2925.- El pasado 19 de octubre en lo que parecía una mañana de trabajo normal para la familia Vicenz se convirtió en una jornada de incertidumbre y miedo cuando Ruperto Vicens, un hombre conocido y querido por su comunidad, no llegó a su restaurante a la hora habitual, lo que de inmediato alertó a su hermano Emilio, con quien trabaja en este nuevo emprendimiento familiar.
Lo que al inicio parecía un simple retraso terminó siendo el comienzo de una pesadilla, Ruperto había sido detenido por agentes de ICE sin explicación clara y trasladado a un centro de detención migratoria en Newark.
La incertidumbre comenzó desde temprano. Emilio, esperaba que su hermano llegara desde temprano pero no lo hizo por lo que sabía que algo no estaba bien. Tras varios intentos de contacto y al no obtener respuesta, llamó a su cuñada, quien le aseguró que Ruperto había salido de su casa al trabajo como de costumbre sin embargo una llamada les cambió todo, pues Ruperto pudo contactarlos y decirles que ICE lo había detenido y que no le permitieron explicar ni presentar los documentos que respaldaban su inocencia. Fue ahí cuando inició el proceso desesperado por conseguir asistencia legal, para lograr que su hermano no fuera deportado sin una causa justa.

Emilio, contó a Quadratín Hispano lo que significaron los días luego de esa detención; la esposa de Ruperto estaba aterrorizada y sus hijos, especialmente la mayor, comenzaron a percibir que algo grave estaba pasando.
La niña se aislaba, lloraba y preguntaba por qué su papá estaba detenido y qué había hecho mal, asociando la detención únicamente con delitos, algo que no correspondía a la realidad de este caso.
“Pensé que se había quedado dormido, como nos pasa a todos, pero algo en mi corazón me decía que no era eso. Cuando supe que había salido de casa desde temprano, supe también que algo malo estaba pasando. Jamás imaginé que fuera ICE", indicó Emilio.
“Mis sobrinos están muy afectados, especialmente la niña más grande. Ella me pregunta llorando qué hizo mal su papá para estar detenido. ¿Cómo le explicas a un niño que a veces estas cosas pasan sin razón y sin justicia? Ha sido muy duro, han sido los días más difíciles, pero sabemos que siempre hemos hecho las cosas bien y lo único que hacemos en este país es tratar de salir adelante con nuestras familias”, expresó en medio de su tristeza.
La familia también enfrentó acusaciones que, según explicaron, no corresponden a la verdad. En informes anteriores se hablaba de una supuesta resistencia al un arresto en 2010, un episodio que ya había sido resuelto en corte y donde Ruperto salió libre de cargos.
“Nos dijeron que mi hermano era un criminal, que tenía un récord pendiente desde 2010, cuando esa situación ya fue resuelta en corte. El abogado tiene toda la documentación que demuestra que está limpio. Pero aun así lo detuvieron sin escucharlo”, afirmó Emilio.

El abogado de la familia confirmó que ese récord limpio está documentado y que no existe ningún pendiente legal, lo que afirma que no existen pruebas que lo señalen como una persona peligrosa o un riesgo para la sociedad.
A pesar de haber construido una vida de trabajo honrado y contar con el cariño de la comunidad, sienten que cualquier día podría repetirse una historia similar para otro miembro de la familia.
“Hemos construido una vida hermosa aquí, rodeados de una comunidad que nos quiere. Pero si vivir aquí significa que mis hijos crezcan con miedo de que un día no regrese a casa, entonces tendré que pensar en irme. No quiero que nadie viva así”, finalizó Emilio.
Tras la audiencia, la jueza determinó que Ruperto no tenía motivos para ser deportado y que podía continuar su proceso en libertad. La familia pagó la fianza correspondiente y ahora esperan que él finalmente pueda salir del centro de detención migratoria y reencontrarse con su familia.
