Conquista emprendimiento ecuatoriano paladares en Nueva York

QUEENS, Nueva York, EU, 9 de agosto de 2025.- Con una maleta llena de sueños, dos hijos y el corazón dividido entre la nostalgia y la esperanza, una mujer ecuatoriana ha encontrado en las tradiciones de su tierra natal la inspiración para forjar camino y construir un nuevo futuro. Sandra, oriunda de Cuenca, llegó hace tres años a Estados Unidos y pese a que tenía mil incertidumbres decidió dejar el miedo y comenzar buscando un futuro más prometedor tanto para sus hijos como para ella.
Hace un año decidió transformar un dulce recuerdo de su hogar en un proyecto empresarial, Nuba Espumilla, un postre típico de su ciudad natal elaborado con guayaba, claras de huevo y azúcar; lo que empezó como una receta casera pronto se convirtió en un emprendimiento que hoy conquista los paladares y conecta a la comunidad latina con sus raíces.
“Cuando llegué a este país, sentí que todo era nuevo y abrumador, pero con la ayuda de Dios y de programas como el de mujeres latinas, he logrado levantarme y sacar adelante a mis hijos, creo que uno nunca puede desistir y a veces aunque pasamos momentos muy difíciles hay que entender que al final siempre habrá algo mejor y a mí la vida me lo demostró con este proyecto”, indicó Sandra.
La idea surgió en un momento de incertidumbre, Sandra afirmó que hace tres años cuando llegó, pese a que enfrentaba los retos propios de migrar, adaptarse a un idioma nuevo, criar sola a sus hijos y encontrar una fuente de ingresos estable; con el apoyo del programa de mujeres latinas emprendedoras y como ella lo manifestó su fe en Dios, logró capacitarse, formalizar su negocio y comenzar a vender su producto.
Para ella, la espumilla no es solo un postre, sino un pedazo de historia y tradición que lleva a los ecuatorianos a recordar sus raíces, a traer sus hogares a y sentirlos de nuevo por un momento, es traer un pedacito de Ecuador acá a Estados Unidos. Con cada batido y toque de guayaba revive la cocina de su infancia y las recetas heredadas de su familia.
“La espumilla para mí es más que un dulce, es mi conexión con Ecuador, con mi infancia y con mi gente. Es mi manera de mantener viva mi cultura.
“No ha sido fácil, he tenido días en los que pensé en rendirme, pero cada sonrisa de mis clientes me recuerda por qué empecé este proyecto y que debo seguir hasta tenerlo en el punto que deseo”, afirmó la mujer ecuatoriana.
Aunque el camino ha estado lleno de desafíos para esta mujer, también asegura que ha tenido grandes satisfacciones y que participar en ferias comunitarias, recibir el cariño de sus clientes y ver que su producto despierta recuerdos y emociones en quienes lo prueban es el mejor precio a su trabajo y esfuerzo.
“Sueño con que Nuba llegue a muchas más personas y que algún día pueda abrir una tienda propia. Este emprendimiento es mi orgullo y mi esperanza para el futuro”, finalizó Sandra.
Esta ecuatoriana se ha convertido en un ejemplo de cómo la perseverancia, el trabajo duro y el amor por las raíces pueden transformar las dificultades en oportunidades.