Explica pediatra el mejor método para la alimentación complementaria

TRENTON, Nueva Jersey, EU, 28 de junio de 2025.- Uno de los mayores retos que tienen las madres con sus hijos es la alimentación complementaria, pues muchas no saben cómo comenzar, cuándo hacerlo y hasta sienten temor sobre qué alimentos darles a los bebés que van comenzando.
Desde que nacen, los bebés se alimentan con leche materna o fórmula, pero luego, debe comenzarse el proceso de introducir alimentos para complementar su nutrición, que según explica la pediatra Roxana Acosta, debe hacerse a partir de los seis meses de vida.
“El niño tiene que empezar a conocer los alimentos, a conocer su color, olor, textura, y sabor y se le van ofreciendo los alimentos poco a poco, uno por uno para que el bebé los vaya conociendo. Porque de los seis meses al año lo importante es identificar los alimentos para evitar generar dificultades”, explicó a Quadratín Hispano la experta.
Además, dejó claro que antes de los seis meses no se debe dar ningún tipo de comida ni licuados a los bebés, pues les puede causar problemas gastrointestinales, bajo peso o los llevará a ser muy selectivos para comer debido a una transgresión alimentaria.
Acosta considera que un plato ideal para un niño debe contener alimentos cargados de proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales, que se pueden conseguir en carne, pescados, cereales como granos, arroz, harinas, y en los vegetales, que les permitan un óptimo crecimiento.

¿Qué es el método Baby-Led Weaning (BLW) y cómo favorece a los niños?
La pediatra venezolana señaló que existen varios tipos de alimentación complementaria, entre las que destacan el método Baby-Led Weaning (BLW) que es una forma de introducir alimentos sólidos a bebés, permitiéndoles dirigir su propia alimentación desde el inicio, y el método de alimentación complementaria tradicional, donde se le ofrece al bebé purés y papillas y es regulado por los padres.
Sobre el método BLW explica que requiere mayor dedicación por parte de los padres. “Ese método no es para todo el mundo porque requiere mayor dedicación, tiene un alto costo debido a los utensilios que se necesitan y una preparación en cuanto a las recetas, la forma de cortar los alimentos y también tener una preparación de primeros auxilios por el riesgo de atragantamiento”, explicó, por lo que resaltó que recomienda un método mixto, es decir, una combinación del BLW con el tradicional.
“Lo ideal es que los niños no tomen nada de licuado porque los que dependen mucho de los alimentos triturados tienden a tener más dificultades en la alimentación más adelante, tienen déficit de vitaminas, retraso en el brote dentario”, resaltó.
Sin embargo, destacó que el método BLW tiene mayores beneficios para el desarrollo del niño.
“Suele ser un niño más independiente, tiene un mejor neurodesarrollo porque desarrolla su capacidad motora fina a través de la identificación de los alimentos. Además, ellos mismos toman sus alimentos y deciden cuánto van a comer, y logran comer de todo, incluso sólidos antes del año, lo que favorece la dentición y son más sanos porque logran comerse todos los nutrientes que necesitan”, destacó la profesional.
Pero, es importante realizarlo de la manera correcta, porque de lo contrario, el niño puede tener déficit nutricional y rechazar ese tipo de alimentos.
En cuanto a los alimentos que no deben darse a los bebés antes del año porque se puede ahogar o atragantar destacó que el maní, granola, las semillas de la uva, de la guayaba, deben estar prohibidas, además tampoco se les puede dar espinaca, miel, alimentos con sal ni azúcar, ni leche entera, pues puede perjudicarlos luego.

Una rutina de alimentación es esencial para los niños
La experta venezolana advirtió que luego del año, el niño puede comer menos debido a que experimenta algunas necesidades que debe cubrir para su desarrollo como jugar, tomar objetos y otras actividades que no se relacionan con la alimentación, por lo que se distraen, y es importante mantener una rutina de alimentación.
“Hay que ofrecerle desayuno, almuerzo y cena a la hora correspondiente, las meriendas a las horas correspondientes y buen descanso. La rutina es muy relevante para que un niño pueda tener una alimentación adecuada. Habrá días buenos donde van a querer comer, y otros donde no lo harán y van a prestar atención a otras actividades, pero hay que mantener la rutina”, aconsejó.
Los malos hábitos de alimentación, la falta de rutina, el exceso de pantallas, y la falta de descanso pueden afectar la alimentación de un niño, según alertó la pediatra.
“Muchos niños están pegados a las pantallas, eso los distrae. No hay que ponerles distractores para comer porque ellos no saben lo que están comiendo, sino que están viendo las pantallas. Y los que se duermen tarde viendo teléfonos, o televisores no quieren comer al día siguiente porque se levantan cansados”, advirtió.
Y destacó la importancia de evitar alimentos ultraprocesados, dulces, y bebidas azucaradas, especialmente antes de los dos años y después de esta edad, si se les da, hacerlo con moderación.
“Por ejemplo, las gaseosas se le dan desde antes del año y les dan galletas con refrescos, eso lo vemos muy seguido y le trae muchas consecuencias como diarrea, intolerancia alimentaria, parasitosis. Niños hiperactivos, con obesidad”, alertó la pediatra, a quien se puede conseguir en Instagram Threads y TikTok como @mipediatraideal.