Luis Velásquez, el colombiano que ayuda a latinos a triunfar en EU

TRENTON, Nueva Jersey, EU, 19 de junio de 2025.- Con una promesa de triunfar hecha a su mamá y la intención de ayudar a los latinos en Estados Unidos, el colombiano Luis Velásquez creó su empresa Entrenando Latinos in Roofing.

Velásquez, quien es CEO y coach de la empresa, aseguró a Quadratín Hispano que en tres años ha ayudado y entrenado a más de tres mil empresas y también ha ayudado a generar más de 400 millones de dólares.

Aunque se fue de Colombia desde los 16 años lleno de sueños y con muchas ganas de triunfar, su camino no fue fácil, pues enfrentó diversos tropiezos, pero finalmente consiguió el éxito en Estados Unidos y ahora se dedica a ayudar a los latinos.

“Desde hace tres años estoy dedicado a entrenar a gente y mostrarles que, si una persona como yo, que no fue a la escuela y nació en una familia pobre, pudo triunfar, ellos también. Les enseño cómo funciona un sistema para un migrante que llega a este país con ganas de quedarse un año o dos a crear empresas en su país y también conquistar y triunfar en Estados Unidos”, resaltó con orgullo.

Velásquez señaló que esta industria antes era desconocida para las personas latinas, ya que según afirma, la mano de obra del latino es el 95 por ciento y en ventas solo el cinco por ciento.

“Mi legado y mi intención es volver a las personas emprendedoras, después empresarias y por último ponerlo en lo que se llama inversiones, que es tener una cartera de inversiones diferentes”, explicó.

El coach de Entrenando latinos en roofing destacó que no importa cuánto tiempo lleve alguien en Estados Unidos, puede alcanzar el éxito en las ventas si se prepara y entiende que el dinero “se genera en la mente y no en las manos”.

“El éxito es tratar de llegar donde algún día soñaste llegar. Para algunas personas el éxito lo encuentras en alguna parte. Yo pienso que el éxito jamás se logra porque cada que cumples una meta o cada que logras conquistar una montaña en la punta de esa montaña vas a encontrar una más grande”, destaca.

Cómo logró triunfar con su empresa a pesar de varios tropiezos

Para Luis Velásquez no fue fácil llegar a donde está, pues salió de Colombia, del pueblo Cubarral, Meta desde los 16 años, con muchas ganas de progresar.

Aunque su primera idea fue estudiar en un seminario para ser cura, tres años después se dio cuenta de que no le gustaba y no era su propósito, por lo que volvió a su pueblo, pero no se quedó por mucho tiempo, pues luego se fue a Kenia, en África, como voluntario de la ONG, News Campings, por dos años.

Luego el destino lo llevó a Europa, a países como Alemania, Francia, España, y luego fue a Bolivia, donde estuvo ayudando en un centro materno infantil, pero su objetivo y su sueño era claro, ir a Estados Unidos, algo que había intentado en repetidas ocasiones, pero le negarían la visa en más de diez oportunidades.

Sin embargo, pudo llegar al país gracias a una visa de estudiante y estuvo trabajando con una ONG, pero su estadía cambió su forma de penar, por lo que volvió a Colombia para estudiar, donde tampoco le fue bien.

“Quise empezar a estudiar, pero fracasé y lo que me quedaba era la visa americana que ya estaba vencida, o sea que ya prácticamente no funcionaba, pero decido emigrar, pero esta vez para no volver y llegué de nuevo a Estados Unidos a los 23 años con muchos problemas por mi visa vencida”.

Aunque estuvo a poco de ser deportado, comenzó a trabajar en Estados Unidos y poco a poco se fue abriendo paso mientras trabajaba de mesero, lavaplatos y demás, hasta que finalmente compró su primer restaurante y entró en la industria de la construcción.

“Empezó mi etapa de preparación, creamos nuestra primera empresa y logramos vender nuestro primer millón, pero caí en bancarrota por no saber cómo funcionaba el dinero. Pero a partir de ese momento decidí prepararme y hacer crecer mi empresa y crecimos posiblemente hasta 10, o 15 millones de dólares”, relató.

Años después volvió a su país y a su pueblo con la promesa cumplida a su mamá, pues ya había triunfado. “Se siente bonito. La parte más importante es aceptar el triunfo y volví mirando alto, haciendo a que mi mamá se sintiera orgullosa, volví siendo un triunfador y ayudando a muchísima gente del pueblo”, destacó, reconociendo que todo su esfuerzo había valido la pena.