Honra Tommy Montañez la memoria con arte y solidaridad desde NJ

TRENTON, Nueva Jersey, EU, 13 de junio de 2025.- Cuando la inspiración surge del deseo de apoyar una causa, la imaginación no tiene límites y el arte adquiere un significado especial.

Tommy Montañez, artista multimedia y gerente de proyectos residente en East Brunswick, Nueva Jersey, comenzó en 1996 a experimentar con collages inspirados en estampillas postales sin imaginar que aquel pasatiempo infantil se convertiría en su forma de devolver al mundo esperanza, solidaridad y respeto.

“Hay más placer en dar que en recibir. Me gusta siempre regalar mi arte, sin esperar nada a cambio”, afirma Montañez, con un gesto blando en su rostro durante una entrevista a Quadratín Hispano.

Su motivación es ofrecer obras que acompañen a personas en momentos difíciles: ya sean familias afectadas por el autismo, luchadoras contra el cáncer de mama o la memoria colectiva de las miles de víctimas del atentado del 11 de septiembre.

Hoy, décadas después, ha construido una carrera desde un rincón poco explorado del arte: los sellos postales como símbolo y vehículo de memoria colectiva.

“Los sellos son arte”, asegura con convicción. “Cada uno representa la obra de otro artista. Yo solo intento honrarlos, ampliarlos, darles otra vida”. 

Lo que comenzó como un juego se transformó en una exploración profunda sobre cómo el arte puede conservar, educar y emocionar.

El verdadero poder de su técnica se reveló tras el 11 de septiembre de 2001. “Crecí frente al World Trade Center. Perdí amigos ese día. Mis padres lo vieron todo desde la ventana. Eso me marcó profundamente”, recuerda el artista, nacido en el Lower East Side de Nueva York.

En respuesta al dolor, creó un collage basado en el sello que conmemora a los tres bomberos alzando la bandera entre los escombros del fatídico evento. La pieza fue donada a la Autoridad Portuaria, luego al Museo de Bomberos de Nueva York y desde entonces ha viajado como símbolo de memoria y resiliencia.

Lo que comenzó como un juego para el neoyorquino con raíces puertorriqueñas, se transformó en una exploración profunda sobre cómo el arte puede conservar, educar y emocionar.

Desde hace años trabaja en un ambicioso proyecto de animación educativa que une dos de sus pasiones: el arte y el deporte. Se trata de una serie en stop motion que narra la historia del béisbol a través de figuras de madera con collages de sellos postales. Cada episodio explora valores, personajes y contextos históricos desde una óptica lúdica y visual, que el mismo artista multimedia dirige y produce. 

En su estudio, junto a imágenes de Messi y Roberto Clemente, conviven estampillas de Marilyn Monroe, astronautas de las misiones Apolo, íconos del cine y héroes anónimos. A la pregunta de por qué las figuras no tenían Rostros Montañez respondió, “No necesitan, para eso están en los sellos”, y añadió que sus figuras tienen el propósito de alcanzar el público en general, sin ninguna distinción". 

En esa simple frase, se evidencia la ética creativa de Montañez: no busca producir desde el ego, sino desde el respeto. “Mi arte es un medio para devolver. Para honrar. Para educar”, repite una y otra vez durante la entrevista.

Su obra prueba que hay belleza en lo pequeño y que el arte puede nacer de un sello para hablarle al mundo entero.

Tocando las puertas del deporte

Tommy Montañez participó en diversas exposiciones en Qatar durante el Mundial de 2021. 

Según el artista de las artes finas, la experiencia fue reveladora. “Aprendí a escuchar más, a ser más paciente”, reflexiona, al comparar el ritmo acelerado de vida en Estados Unidos con el enfoque más pausado y reflexivo del Golfo Pérsico.

Su participación en ese evento artístico internacional le permitió visualizar su arte como una herramienta educativa y de conexión global. 

“Me abrió las puertas a decir: ‘Tommy, puedes hacer más que solo Estados Unidos’. Con el fútbol, ahora puedo llegar a una comunidad universal”, concluye.

Ahora, con el Mundial 2026 en puerta —que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá— Montañez ve una gran oportunidad para expandir su obra. “Me dije: ‘Sé que el Mundial se celebra aquí, en Estados Unidos. por eso espero poder presentar mi trabajo’”. Su meta es exponer en los tres países anfitriones y conectar con patrocinadores que le permitan llevar su proyecto a otro nivel.

Aunque el universo creativo de Montañez va más allá del fútbol. “También tengo otras figuras. Está, por ejemplo, es del equipo olímpico femenino, que he hecho desde 1996”, dice con orgullo, mientras sujeta una figura de madera con más de cuatro sellos en todas las extremidades, de un personaje femenino del equipo americano en los juegos olímpicos del 2024. 

En los Juegos Olímpicos de Atlanta, aquel año, presentó esculturas de béisbol, baloncesto y atletismo en una exposición en Nueva York. Fue el inicio de una trayectoria que lo ha llevado desde personajes deportivos hasta íconos de Hollywood.

“También trabajo con figuras como Marilyn Monroe, James Dean, la serie Monster, el Conde Drácula y Frankenstein”, cuenta a la cámara con orgullo.

Una de sus piezas fue entregada a la hija de Bela Lugosi, el legendario actor conocido por interpretar a Frankenstein, comentando que fue un momento mágico en su carrera y que aún continua el contacto con Lugosi.

“Ahora, quiero regalarle esta figura a la hija de Pelé”, afirma, mientras señala la escultura del astro brasileño que tiene a su lado. El homenaje nace de la profunda admiración que sie

nte por el jugador que l abrió las puertas al fútbol. “¿Quién es más reconocible que Pelé?”, se pregunta.