Vinculan estudios el dolor de cabeza actual con genética neandertal

TRENTON, Nueva Jersey, EU, 13 de julio de 2025.- Recientes estudios científicos han revelado que una condición neurológica conocida como malformación de Chiari podría tener origen en las raíces evolutivas.
Algunos rasgos craneales, que se asocian con esta condición, caracterizada por dolores de cabeza y otros problemas neurológicos, se parecen a la estructura del cráneo de los neandertales.
Esta malformación ocurre cuando la base del cráneo es más pequeña y plana de lo normal en la región donde el cráneo y se conecta con la columna vertebral, lo que genera como resultado que una parte crucial del cerebro, el cerebelo, se comprima en el canal espinal del cuello que puede causar síntomas como dolor de cabeza, cuello, apnea del sueño, o entumecimiento, según reveló la revista internacional de ciencia y tecnología, New Scientist.
Se estima que esta anomalía en su tipo 1 afecta a una de cada cien personas, convirtiéndola en una condición más frecuente de lo que se pensaba.
La neurocirujana de la Universidad Estatal de Campinas, Brasil, Yvens Barbosa Fernandes, destacó que existe un parecido entre la base del cráneo de sus pacientes con Chiari y los cráneos de neandertales que observó en museos europeos.
Y es que la base craneal de los neandertales mostraba una mayor inclinación hacia atrás y una forma más aplanada si se compara con la base más redonda de los humanos modernos, por eso, este rasgo implica una menor angulación en la unión occipital, lo que también se observa en quienes tienen Chiari tipo 1.
La neurocirujana explicó que la idea que la forma del cráneo asociada a la malformación de Chiari podría ser resultado de genes heredados de especies humanas extintas que se cruzaron con el Homo sapiens.
Su hipótesis, que sirvió como punto de partida para investigaciones posteriores que buscaban confirmarla o refutarla, sugiere un vínculo perdido entre la antropología y la medicina, y planteaba que ciertos problemas de salud actuales podrían deberse a la persistencia de rasgos anatómicos introducidos por ancestros arcaicos como los neandertales.
Kimberly Plomp de la Universidad de Filipinas Diliman lideró un equipo que usó tecnología avanzada para comparar de manera precisa las estructuras craneales, y con tomografías computarizadas construyeron modelos digitales en tres dimensiones de los cráneos de 46 personas con Chiari tipo 1, y 57 personas sin esta condición.
Además, generaron modelos digitales de ocho fósiles pertenecientes a Homo neanderthalensis, Homo erectus, Homo heidelbergensis y Homo sapiens arcaico, los resultados revelaron que los cráneos de personas con Chiari tipo 1 compartían una base más pequeña, un ángulo más plano y una compresión cerebral parecida a la observada en las cabezas fósiles de Homo neanderthalensis y las bases craneales de otros homínidos, como Homo erectus y Homo heidelbergensis, se parecían más a la morfología de humanos modernos que no tienen Chiari.
Otras variedades de malformación de Chiari, el tipo 2 suele vincularse a una forma grave de espina bífida, mientras que los tipos 3 y 4 son muy raros y pueden resultar mortales.