Hallan científicos reserva de agua dulce en profundidades del Atlántico

TRENTON, Nueva Jersey, EU, 27 de septiembre de 2025.- En 2019 científicos de la Institución Oceanográfica de Woods Hole, junto con la Universidad de Columbia, hallaron una enorme franja de agua dulce bajo el océano que se extendía desde Massachusetts hasta Nueva Jersey, gracias al uso de ondas electromagnéticas.
Ahora, seis años después, se han encontrado más pruebas que confirman su presencia, pues un equipo internacional de científicos que forman parte del proyecto Expedición 501, salió en busca de respuestas y tras pasar tres meses en alta mar las han obtenido.
En mayo partieron de Bridgeport, Connecticut, en un barco equipado con una plataforma de perforación y durante el verano exploraron entre 300 y 400 metros bajo el lecho marino, en diferentes puntos del Atlántico, para extraer sedimentos y recopilar muestras de agua frente a la costa de Estados Unidos.
Tras esto, encontraron un agua con un contenido en sal muy inferior al del mar, cercano incluso al nivel recomendado para el agua potable por agencias estadounidenses e internacionales. Sin embargo, lo que no han podido determinar es la edad del agua.
El profesor de geofísica de la Escuela de Minas de Colorado y líder de la expedición, Brandon Dugan, explicó a CNN que existen muchas posibilidades que van desde los 200 hasta los 20 mil años.
“Si fuera agua más joven, esto podría significar que se está reponiendo; si no fuera así, la presencia de esta agua dulce supondría que no es un recurso infinito, por lo que terminaría por agotarse. Las respuestas llegarán en unos seis meses”, explicó Dugan.
Por su parte, la profesora de ciencias de la Tierra e ingeniería civil y ambiental en la Universidad de Delaware, Holly Michael, indicó que creen que el agua dulce llegó allí hace miles de años, cuando el nivel del mar era más bajo y la plataforma continental estaba expuesta en la tierra.
Los expertos consideran que el agua puede proceder del derretimiento de un glaciar o de la lluvia.
El profesor asistente de investigación en la Escuela Jackson de Geociencias de la Universidad de Texas en Austin, Eric Attias, afirmó que puede contener suficiente agua dulce para abastecer una metrópolis del tamaño de la ciudad de Nueva York durante cientos de años.