Pedro Haces: el sindicalista que rompió inercias

El dirigente de la CATEM niega las acusaciones de extorsión, reivindica la reforma laboral de 2019 y asegura que el sindicalismo moderno debe sostenerse en la autonomía, la transparencia y el respeto
Entre la política y la tauromaquia, Pedro Haces encarna una figura de contrastes: empresario y sindicalista, hombre de faenas y de poder. Enfrenta acusaciones con el mismo aplomo con la que habla de toros o de trabajo, sin alterar el tono ni perder el control, porque lo hace con la seguridad de quien está acostumbrado a que lo escuchen, a mandar y, sobre todo, a que lo obedezcan. Acusa al gobernador de Durango de fabricar una ofensiva en su contra y asegura que su verdadera lucha no se libra en los tribunales ni en la calle, sino en la conciencia de los trabajadores que exigen respeto y voto libre. Desde su despacho en San Lázaro, mira el sindicalismo como una plaza donde el valor se mide en transparencia. “No me asusta la mentira —afirma—. Me indigna la cobardía política”.
Alberto Carbot / I de II partes
En los últimos meses, el nombre de Pedro Haces Barba ha vuelto a ocupar espacio en los titulares. Sus detractores lo acusan de extorsionar a empresarios en Durango y la Comarca Lagunera. Sus aliados, en cambio, lo defienden como el hombre que sacudió las estructuras del sindicalismo mexicano.
En su rostro se nota el hartazgo cuando se toca ese tema, aunque no se inmuta de más ante los señalamientos.
—Todo eso es un montaje —responde sin rodeos—. Un montaje armado desde el gobierno de Esteban Villegas Villarreal.
Afirma que el gobernador duranguense ha intentado desacreditar a la CATEM para frenar su expansión en la región. “Les ganamos recuentos sindicales en su propio terreno y eso dolió. Desde entonces comenzaron los ataques mediáticos. Pero no hay una sola denuncia, ni un solo detenido, ni una sola prueba”.
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