Muros de sed

(De raíces, fronteras y otros espejismos)
En la entrega anterior del capítulo Fiesta: https://quadratin.com/opinion/muros-de-sed-6/
- El viejo Joaquín le confiesa a Ricardo que fue a la frontera a saldar cuentas con la historia.
- Raúl se encuentra en Santa Barbara a la Lucero. Una hermosa chica, ojos de almendra, que conoció en San Abedece.
Capítulo VII, God Bless America
¿Te acuerdas de Lucero, carnalito? La Lucero, la pollita del viejo Joaquín. Bueno, pues en el último viaje me tocó pasarla por el río. Dos hombres conversaban en los asientos de un avión con rumbo a México. Uno de ellos, el más platicador, era morenísimo, chaparro y de cabello negro largo hasta los hombros, un gigantesco crucifijo de plata colgaba de su cuello. Vestía pantalón de mezclilla, camisa vaquera y botines charros. El otro, su compañero de viaje, tenía un enorme parecido a él, sólo que era un poco más esbelto y con bigote; éste vestía bermudas de mezclilla anchas y tenis. “¿Cómo qué la pasaste por el río?”. Sí man, la chavita fue a verme al billar que recién pusimos en el pueblo y me preguntó que para cuándo tenía viaje. Luego que le dije el día, me preguntó que cuantó iba a ser y cuánto tiempo tenía para pagarme. Yo le dije la tarifa carnalito, le empecé a explicar que todo había subido y que la cosa se ponía cada vez más peligrosa para cruzar la frontera. ¿Y eso cómo cuanto es en pesos?, me arrinconó. Son como veinte mil. Nomás le dije y que tuerce la boca. Bueno, gracias, contestó y se fue. Cuando se dio la vuelta le eché el ojo carnalito. “Oyes, si quieres irte pal otro lado yo te puedo ayudar y aunque sea hay me vas pagando poco a poco”. Ella como que se malició algo, porque rapidito me contestó: “No gracias, ya luego veré”.
Luego, para no hacerte el cuento largo, ya cuando estabamos del otro lado, la chamaca me confesó, que el cura tenía razón, que la personas son malas porque la misma gente las hace malas. Hasta me contó que nunca había tenido relaciones con el viejo Joaquín, pero que ella le decía que no se preocupara que ya podrían, que lo importante no era el sexo, sino tener un hogar feliz. Ya te has de imaginar carnalito como me puse cuando me lo confió. ¡Ay cabrón!, me saqué la lotería con esta polla! Total, para no hacértela de emoción, terminó tomándose un six y ya bien borracha me la lleve al hotel. Y pues ya sabes, mejor ni te cuanto por que se te va a antojar, lo único que sí te digo vato, es que me dieron ganas de gritar, pero de gritar sabes que: Dios bendiga América.
La Casita, Ciudad de México, 2 de junio de 2025.
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