Libros de ayer y hoy
Dashiell y la novela negra que estamos viviendo
Lo que se está viviendo en este momento en el país, es el escenario de una novela negra. Los elementos e ingredientes están dados no obstante, para impedir que el o los culpables sean descubiertos al final. Porque están ya exhibidos desde ahora en grupos opositores y quienes los conducen. Es otro método de esa novela y algunos autores lo usan. A la crónica la he visto poco en la novela negra. Casi siempre es la novela directa o el cuento corto, aderezado con el suspenso. Un ejemplo es Dashiell Hammett el escritor estadounidense de novela negra. He leído buena parte de su obra, pero sus traductores pueden ser diferentes y eso cambia el enfoque. Por ejemplo, en La maldición de los Daín de 1929, una de sus cinco novelas, no me gustó mucho la traducción. Lo mismo puedo decir de Un hombre llamado Spade que acabo de releer. Hay una intención no se sabe si es del autor o del traductor, para darle al cuento una intención literaria, más que recalcar el espíritu de la novela negra. Los relatos detectivescos de ese género, son eso, relatos simplistas en cuya intención valiosa discurre la solución del detective, no las florituras del lenguaje. En ese cuentecillo hasta para abrir la puerta o cerrarla hay expresiones literarias que no encajan en el estilo negro de ese gran escritor, como para detenerse en pequeñeces.
LA NOVELA NEGRA DEJABA ATRÁS A LOS LITERATOS DE LOS AÑOS 20 Y 30 DEL 2000
Podrán haber florecido en el siglo pasado lo más grandes poetas y escritores, pero de pronto la novela policial, como la llaman los cubanos, se entremezclaba con los gustos y robaba la lectura a los más grandes consagrados. Enfermo de un mal que lo acompañó toda su vida, la tuberculosis, Hammett buscó un trabajo acorde, para mantener a su mujer y a sus dos hijos y fue a dar a la Black Mask, la revista que sorprendía por la creación distinta de sus cuentos y el ingenio en la solución de los casos. No era novedad porque ahora leemos cuentos y novelas de los siglos pasados, pero si una técnica que rebasaba a la novela y cuento tradicionales franceses e ingleses sobre todo en primer término Francia. Ahí pues, desborda el escritor su ingenio en cuentos muy copiosos, se tienen 65 de herencia en este momento, en donde aparte de la solución tenía siempre a una femme fattale, aunque todas con nombres diferentes.
HAMMET DEJÓ LA NOVELA NEGRA PARA CONSAGRARSE A LA POLÍTICA
Mención importante en la vida de Hammett es la presencia por más de 30 años de la guionista y escritora Lillian Helmann, pese que él estaba casado con la madre de sus dos hijos de la que se separó al poco tiempo. Juntos él y Helman formaron una pareja de izquierda que fue parte del gran movimiento del Partido Comunista de Estados Unidos y parte de la persecución que sufrieron muchos personajes que fueron sometidos y encarcelados. Era peor que lo que ocurría en las novelas negras. Hammett siempre enfermo de su mal permanente dejó de escribir en 1939 para dedicarse totalmente a la política pero no se fue del guionismo y varias de sus novelas fueron llevadas a la pantalla, la más famosa El Halcón Maltés dirigida por John Huston y encabezada por el actor Humprey Bogart. Murió en 1961.
