Libros de ayer y hoy

CRI CRI, CUCO, la canción es cruda y verdadera
Es curioso que dos grandes compositores mexicanos que aportaron cada uno más de 200 canciones a nuestro archivo musical, estén ligados en octubre por la vida y la muerte. Francisco Gabilondo Soler, (Cri Cri), nació en Orizaba Veracruz el 6 de octubre de 1907 y murió el 14 de diciembre de 1990. Y José Refugio Sánchez Saldaña (Cuco Sánchez) nació el 3 de mayo de 1921 en Altamira Tamaulipas y murió el 5 de octubre del 2000. Si se hace una comparación entre ambos personajes, se verá que de acuerdo a los temas de sus canciones, no hay ninguna relación, pero ambos transitan por esa dimensión de la memoria humana, en el uso de la metáfora para humanizar, uno a partir de personajes ficticios cosificados en muchos casos, y el otro, basado en la conducta de hombres y mujeres, que le ha tocado vivir. Las canciones, temas directos que se insertan en la mente de las personas, no son sino historias musicales que en un solo verso pueden deshacer la gloria de una famosa novela de 500 páginas. Así de efectiva es la canción.
CRI CRI EMPEZÓ A VIVIR A PARTIR DE 1934, CUANDO SE INSTALÓ EN UN PROGRAMA
Mucho se ha contado de este prolífico autor musical que fue Gabilondo Soler, que además era aficionado a la astronomía. Hay una película incluso y esporádicamente su vida relumbra en algún medio. Autodidacta, tenía, sin embargo, la música a flor de piel y desde muy joven empezó a componer canciones y una vez instalado en 1934 en un programa que duró 27 años, su fama se instaló aquí y en el mundo. Yo he escuchado algunas de sus canciones en otros países y otras han sido plagiadas. Lo extraordinario son los temas tan diversos, pero tan vinculados entre si, como una enseñanza alegre, directa, en la historia por ejemplo de La patita que tenía un marido flojonazo (cosa que suele suceder) o La muñeca fea que en medio de su tristeza encontró a muchos seres que la querían ¿Quién no ha conocido a un niño remolón que a todo le hace el feo, como en La merienda y ¿quién no ha transitado alguna vez en su vida por el caminito de la escuela en el que hay que apurarse a llegar ? Los que conocieron de cerca a sus abuelas ¿le plantearían a la sorprendida viejecita el que diga porqué se le ha ido la edad encima o cuando la nieta curiosa le pide que le enseñe su ropero para ver esas encantadoras enaguas de tiempos de don Porfirio? Compositor, escritor, Gabilondo Soler tenía inserto en su imaginación y vida cotidiana, que hay cosas que deben expresarse en metáforas e incorporar la vida y la enseñanza, en las cuestiones más sencillas.
PARA DON CUCO LA CANCIÓN EXPRESA EL AMOR, EL ODIO, LA VENGANZA, EL OLVIDO
Tanto el autor veracruzano como el tamaulipeco, viven en la realidad. Pero esa realidad la expresan de diferentes maneras. Lo curioso es que en ambas hay crudeza aunque en un caso se trate de canciones infantiles ¿Qué cosa más terrible, por ejemplo, que un ser feo que es real -como la muñeca- se sienta despreciado por los demás o que en una familia haya miembros abusivos mientras uno de ellos realmente ayuda en su casa (Los cochinitos dormilones) y así si se analizan muchas de las canciones de Soler. Y don Cuco por su parte, mostrando la evidencia del pobre en una cama de piedra mientras los ricos viven en palacios de camas frondosas. O la transformación que se da en una pareja expresada en un Anillo de compromiso o la similitud de los pobres en Arrieros somos y desde luego que frase más evidente cuando se le dice a alguien Fallaste corazón. Miles son los ejemplos que se pueden manejar en las canciones y lo sabemos, son parte de una etapa que estamos viviendo y en la cual, algunos llegan con sus talentos, como los dos mencionados, a decirnos y advertirnos lo que es finalmente la vida. Envío foto con el autor tamaulipeco en una entrevista que le hice hace décadas.