Libros de ayer y hoy

Arreola, Bestiario, ¿gratitud o rencor de los animales?
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Motivos suficientes tendría Juan José Arreola en estos tiempos, para darle vuelo a su Bestiario e incluso añadir novedosos personajes o recalcar a los que describió en su famoso libro. Por ejemplo, las aves de rapiña del jalisciense (que llega en este 21 de septiembre a sus 107 años de haber nacido) describen a la población, en medio de que pajarracos nos movemos. Aunque algunos sean impresionantes y con el perdón de las humildes avecitas. Pero la admiración, sarcasmo o la ironía, no son cosas que se aplican por invento, a menos que se escriba ficción. Y tienen en su haber modelos que exaltan las vivencias del creador, las que figuran muchas veces eternas (Léase eso en muchos escritores universales). En este momento en pocas horas, como lo hizo con su libro, Juan José podría juntar a personajes mundiales y locales y darse vuelo en su metáfora animalesca.
TENÍA RENOMBRE PESE A QUE ALGUNOS LO CONSIDERAN AMANUENSE
Suele mencionarse a Arreola como un autodidacta o amanuense, cosa que hasta este momento no se sabe que cosa es. Se le aplica o aplicaba a los que estudiaban algo por su cuenta sin tener estudios formales. Pero en ese caso cualquiera puede serlo aunque salga de una universidad, porque lo es en los otros conocimientos que no ha cursado, Se trata en realidad de una tontería. El caso es que Arreola no era cualquier cosa en sus conocimientos o relaciones, estuvo nada menos que con personajes como Rodolfo Usigli y Xavier Villaurrutia el poeta, y muchos otros personajes de los que recibió conocimientos y que trató a lo largo de su vida en los medios literarios. Llegó a tener tanto renombre, que al ser contratado por Televisa en un programa en el que alternaba con Talía, algunos señalaron públicamente que debería dejar ese programa porque menospreciaba su talento. De lo mucho que escribió sobresalen Bestiario Y Confabulario. Recordamos algunos conceptos sobre el tema.
TANTO ESOPO, COMO ARREOLA Y BORGES, SE VAN SOBRE LOS ANIMALES
Bestiario (Planeta, Conaculta 1972-2002), de Juan José, surgió de su experiencia de muchas décadas (murió a los 83 años en el 2001) de conocer el sistema político con sus variantes de derecha. De hecho su libro calca aunque desde una perspectiva universal, a esos seres animalescos que se quedaron cortos con Esopo. Todo en él era una descripción en la que el humano podía descender, según su criterio, a la postura animal. Injusto o creador, tanto en él como en el lejano esclavo que fue Esopo, con los animales. Arreola diría de la avestruz: “A grito pelado, como un tubo de órgano profano, el cuello del avestruz proclama a los cuatro vientos, la desnudez radical de la carne ataviada”.
OBRA MAESTRA DE LA PROSA, LLAMÓ A BESTIARIO JOSÉ EMILIO PACHECO
Libro breve, de 64 páginas, se compone de 23 relatos y desde luego de 23 bestias reseñadas, que no se porque razón llaman cuentos, cuando mas bien tiran a pequeños e interesantes ensayos. Es un libro que según José Emilio Pacheco fue redactado en una semana y está considerado como una de las obras maestras del siglo XX. Esa brevedad viene a demostrar que no es necesario tener un sala entera de tomos escritos para ser un buen escritor como se ha visto en el caso de Rulfo. Pacheco señala en su postfacio que fue calificado como el amanuense de Arreola en la configuración de esta obra, hecho que no molestaba al bardo, porque se sentía orgulloso de ello. De hecho en su aporte final que se llama precisamente Amanuense de Arreola relata los prolegómenos de la obra y su propia intervención. Bestiario quedó terminada a fines de los 50 y sorprendió a propios y extraños porque siendo diferente en muchas cosas, les recordaba el manual de zoología de Jorge Luis Borges. Para seguir recordando que esta obra define a los animales a veces con saña, otras con vehemencia y más allá, con elogio y broma, tomaré como bestia de cierre a los topos para aludir a un panismo de muchas caras a veces sinuosas, ( y con perdón de los topos). Escribió Arreola:
“Después de una larga experiencia, los agricultores llegaron a la conclusión de que la única arma eficaz contra el topo, es el agujero. Hay que atrapar al enemigo en su propio sistema... Tales agujeros tiene una apariencia inocente. Los topos, cortos de vista, caen en ellos con facilidad ..”