Itinerario político

¡México obediente! ¿Y la soberanía…?
En tono burlón y hasta provocativo, Donald Trump confirmó lo que todos en México saben.
Sí, que en el gobierno de Claudia Sheinbaum, México es un país obediente a las exigencias norteamericanas.
Es decir, que la cacareada “soberanía nacional” no es más que otro recurso discursivo para engañar a los incautos mexicanos; sí, “un recurso engañabobos”.
Y frente a la realidad de un México obediente a los intereses norteamericanos, obliga preguntar.
¿Imaginan lo que habría dicho ese formidable opositor llamado López Obrador, de un gobierno blandengue y entreguista –como el de la “señora presidenta--, frente a Estados Unidos?
¿Imaginan la escandalera, las movilizaciones, los plantones, los llamados “a la unidad nacional” y los calificativos despectivos contra el gobierno mexicano –como el de Claudia Sheinbaum--, sometido por el feo “imperialismo yanqui”?
¿Imaginan “la raja política” que habría recolectado un líder opositor como AMLO, frente a un gobierno no sólo obediente sino complaciente con los deseos del gobierno norteamericano?
¿Cómo debemos entender –los mexicanos de a pie--, esa grosera declaración del presidente Donald Trump, sobre la obediencia del gobierno mexicano?
¿Dónde quedan “la soberanía” y el “mandato popular” cuando en los hechos la gestión de la presidenta no sólo es obediente sino obsequioso con el gobierno norteamericano?
Pero no, que nadie se escandalice.
Y es que el de Claudia Sheinbaum no es el único caso de entreguismo al gobierno norteamericano y menos a su presidente.
¿Recuerdan cuando Donald Trump dijo, palabras más, palabras menos, que nunca imaginó lo fácil que sería someter a López Obrador?
Resulta que, durante un mitin de su precampaña presidencial, en 2023, Trump dijo que “dobló” al gobierno de Obrador al imponerle el programa “Quédate en México” --diseñado para impedir el paso de migrantes a Estados Unidos--, mediante la movilización de 28 mil militares mexicanos a la frontera sur de nuestro país.
Así lo dijo Trump, de manera textual y en tono burlón: “Nunca he visto a nadie doblarse así de fácil”. (FIN DE LA CITA)
El mismo tono burlón que utilizó el pasado jueves 14 de agosto del 2025, al referirse al gobierno de Claudia Sheinbaum: “México hace lo que le decimos que haga… algunos dicen que es un milagro y bueno, somos amigos y ahora ellos lo saben”. (FIN DE LA CITA)
Y por eso volvemos a preguntar: ¿Hasta dónde ha llegado el entreguismo del actual gobierno mexicano frente a las exigencias de un insaciable presidente norteamericano?
¿Dónde queda la “cacareada” y manoseada “soberanía nacional”, que casi a diario es invocada por la “señora presidenta”?
Pero vamos por partes.
Vale recordar que la “soberanía nacional” se define como el poder supremo de un Estado para tomar decisiones sobre sus propios asuntos –tanto internos como externos--, sin interferencia de otro Estado. Además de que, en México, según la Constitución, “la soberanía reside en el pueblo”.
Y de nuevo obliga preguntar.
¿Cuándo han consultado al pueblo los gobiernos de Morena, sobre los compromisos contraídos con “el imperialismo yanqui”?
¿A quién consultó el gobierno mexicano sobre la entrega –en momentos distintos--, de dos grupos de criminales a la autoridad de Estados Unidos?
¿A quién consultó “la señora presidenta” sobre el acuerdo que permite al gobierno norteamericano patrullar el espacio aéreo mexicano con aviones no tripulados; que facilita en mares de nuestro país la movilización de portaviones, barcos y submarinos nucleares?
¿A qué acuerdos inconfesables llegó la presidenta mexicana con el gobierno norteamericano?
¿Y qué van a decir hoy todos los políticos, líderes y servidores públicos de Morena, que antaño se escandalizaban por los entreguistas gobiernos del PRI y del PAN?
¿No le van a gritar al mundo que el gobierno mexicano se ha convertido en “pelele” del horrible “imperialismo yanqui”?
Al tiempo.