Itinerario político
Carlos Manzo, víctima del “gobierno fallido”
En Michoacán todos lo saben, pero la mayoría prefiere callar por temor a las balas criminales.
Saben que la llegada de Morena al gobierno estatal llevó al poder a las intocables bandas criminales.
Muy pocos, como Carlos Manzo, se atrevieron a denunciar que México vive un “narcoestado” en manos del crimen organizado.
Y hoy, ese valiente mexicano está muerto, víctima de quienes en Michoacán y en todo México tienen el control de las instituciones que debían proteger al ciudadano y llevar presos a los mafiosos.
Y es que resulta impensable que, a pesar de que contaba con una escolta de 14 efectivos militares y policiacos, aun así el alcalde independiente del municipio de Uruapan haya sido abatido frente a cientos de personas.
Sí, se confirma que en Michoacán y en México nadie está a salvo del terror desatado por los grupos criminales, que son dueños de pueblos enteros, municipios, entidades federativas y hasta de la presidencia de la República.
Sí, porque solo se entiende un crimen como el de Carlos Manzo, cuando existe complicidad absoluta entre el gobierno estatal de Michoacán y sus instituciones fallidas.
Y por eso las preguntas
¿Qué más tiene que pasar –luego del asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan--, para entender que el mal gobierno también mata ciudadanos?
¿Qué tiene que pasar, para que millones de mexicanos entiendan que los gobiernos de Morena son controlados por el crimen organizado?
¿Quién más, o cuántos ciudadanos más deben ser víctimas de las mafias criminales, para que una sociedad como la mexicana entienda que el Partido Morena en realidad es el brazo político de los cárteles?
¿Hasta cuándo?
Carlos Manzo fue un ciudadano ejemplar que se ganó el respeto de los habitantes de Uruapan, quienes lo votaron, como candidato independiente, para ocupar el cargo de presidente municipal, desde donde cuestionó en todos los tonos la complicidad oficial con las mafias criminales.
Así lo dijo poco después de llegar al cargo: “No tengo miedo a morir, tengo miedo a ser un cobarde y esconder la realidad de que el país está controlado por los narcos”.
Una realidad que a diario arroja decenas de muertes, la extorsión generalizada y un terror creciente que confirma no solo la muerte de la democracia mexicana, sino los gobiernos fallidos de Morena.
Una realidad que aquí se documentó desde el 23 de abril de 2019, en el Itinerario político titulado: “¡Obrador entregó el país al crimen!”.
Así lo expliqué: “No es casual que todas las formas de violencia criminal se hayan desatado en el primer trimestre de 2019, justo al arranque del gobierno de Obrador. Y no es casual porque en política nada lo es.
“Sin embargo, muchos ingenuos suponen que el estallido de violencia que hoy vivimos en todo el territorio nacional –al arranque del gobierno de Obrador–, es parte de una decisión unilateral de las bandas criminales que orquestaron una suerte de “bienvenida” al nuevo presidente.
“Es decir, que según “los maromeros” de Morena –que a toda torpeza presidencial encuentran una explicación ideal–, los criminales “están calando a Andrés” quien dotado de una bondad infinita no persigue al crimen para no provocar un baño de sangre.
“Lo cierto es que, a querer o no, el origen de las matanzas por todo el país, del trimestre más violento de la historia y las causas del imparable estallido de la violencia la conoce bien López Obrador.
“Sin embargo, lo que no dice López y menos reconoce es que en su gestión no sólo se incrementó la ineficacia gubernamental sino que los criminales fueron perdonados aún antes de que llegara al poder.
“¿Y qué quiere decir lo anterior?
“Que desde su campaña, Obrador anunció por todo el país que brindaría protección a los criminales mediante una amnistía unilateral del gobierno.
“Y también desde todos los frentes y en todos los tonos muchos le advirtieron al candidato Obrador sobre los peligros de ofrecer amnistía a las bandas criminales; un perdón adelantado, unilateral y sin condiciones.
“Pero, como también saben, la respuesta de López fue la esperanza en la buena fe de los criminales a quienes, como presidente, no persiguió. Dicho de otro modo, resulta que en los hechos, el nuevo presidente mexicano “entregó la plaza” a las bandas de narcotraficantes, secuestradores, tratantes de personas, ladrones de combustible y, en general, al crimen.
“Y la respuesta está a la vista de todos. El eslogan de “abrazos, no balazos”, no es más que la firma de la alianza de AMLO con el crimen”. (FIN DE LA CITA)
Sí, una alianza que día con día le cuesta más cara al gobierno de “la señora presidenta”, quien responsabilizó del crimen al gobierno de Felipe Calderón. Sí, de risa loca. ¿Hasta cuándo?
Al tiempo.
