Itinerario político
¿No es guerra? ¡En México matan a un policía diario!
No pocos especialistas en el tema de la seguridad y la violencia aseguran que México vive, a diario, una verdadera “guerra” con las bandas criminales.
Sí, una “guerra” que enfrenta a las instituciones del Estado, encargadas de la seguridad, con las bandas criminales.
Sin embargo, el verdadero problema aparece cuando la cabeza del Estado mexicano es aliada del crimen, el mismo que a diario mata policías, militares y marinos.
Y frente a esa peculiar “guerra” que se vive en México, la estadística resulta aterradora.
Sí, en el México de “la 4-T” -en donde dicen que formalmente no existe una guerra-, resulta que cada 24 horas pierde a vida un policía.
Peor aún, existen casos de escándalo, ya que las instituciones del Estado mantienen presos a policías que “cruzaron la línea” al “cometer el delito” de defender a la sociedad frente a los criminales. Sí, los policías que hacen su trabajo son llevados presos.
Sí, de risa loca.
Pero si vamos el principio, vamos a la pregunta obliga.
¿Qué es una guerra?
Según la Real Academia, una guerra es “una desavenencia o un conflicto armado entre grupos de poder organizados, como estados o bandos dentro de un mismo territorio, que utilizan la fuerza para imponer su voluntad.
“Se trata de un enfrentamiento violento y destructivo que puede tener objetivos políticos, territoriales o ideológicos y que involucra desde combates convencionales, hasta otras formas de conflicto”. (FIN DE LA CITA)
Y ahora, frente a la definición formal, la pregunta más puntual.
¿Existen instituciones del Estado mexicano que viven una guerra contra las bandas criminales que, al mismo tiempo, son aliadas del partido en el poder y que se han apoderado del país entero?
La respuesta es que, desde la llegada del Partido Morena al poder, en México vivimos una “guerra” en donde las bandas criminales, aliadas del poder en turno, imponer su hegemonía criminal y política.
Una hegemonía que, como se reporta a diario, se expresa mediante el cobro de piso, la extorsión, el secuestro de miles de menores de edad, la trata de personas, además del control mafioso de la distribución y venta de productos básicos como tortilla, pan, bebidas azucaradas, cerveza, alcohol, carne de res, cerdo y pollo; además de pescado, marisco y enseres domésticos.
En pocas palabras, resulta que el crimen organizado que domina el país impuso un nuevo impuesto a todos los consumidores mexicanos; impuesto que en la jerga criminal se llama “cobro de piso” o “chantaje”.
Impuesto que, por su naturaleza ilegal, desató una verdadera guerra entre criminales y policías federales, estatales y municipales, cuya tarea fundamental es impedir tales delitos, además de llevar presos a los criminales.
Sin embargo, la mayor tragedia es que los policías de los tres órdenes de gobierno -federal, estatal y municipal-, deben decidir si están al servicio del crimen o si defienden a los ciudadanos. Y defender ciudadanos significa, para policías federales, estatales o municipales, el riesgo de perder la vida.
Y para que se den una idea del tamaño del problema, basta echar una mirada al reporte de Causa en Común, para entender el tamaño de la tragedia.
Según la citada ONG, en México, cada 24 horas asesinan a un policía federal, estatal o municipal; lo que significa poco más de 365 policías muertos al año. El mayor número de policías muertos en países que no están en guerra.
Y el mejor ejemplo de esa aberración es el primer año del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Sí, al 22 de octubre del 2025, han sido asesinados 314 policías en todo el país, lo que significa una estadística de poco más de un policía asesinado al día, lo que además representa un incremento el índice criminal contra uniformados, de casi 30 por ciento, frente al 2024.
Sí, según Causa en Común, los estados más peligrosos para el ejercicio policial son Sinaloa, con 41 asesinados; Guerrero, con 36; Guanajuato, 33; Michoacán, con 26 uniformados muertos y Veracruz con 20, concentrando juntos más de la mitad de los homicidios.
El informe precisa que del 1 de octubre de 2024 al 2 de octubre de 2025 –es decir, durante el primer año de gobierno de Sheinbaum–, se han documentado 377 asesinatos de elementos policiales en todo el país.
Causa en Común explicó que su registro busca visibilizar la violencia que enfrentan las y los policías, que suelen ser las primeras víctimas en regiones con fuerte presencia del crimen organizado.
Pero el problema no solo son los matones de los cárteles criminales, sino los gobiernos que mandan a los policías “al matadero”; a la guerra sin fusiles.
Y el mejor ejemplo lo denunciamos aquí en el itinerario Político del xx 16 de enero del 2025, titulado: “¡Criminales masacran a policías indefensos!”, en donde se documentó el crimen de Estado contra los policías.
Así lo dije: “La imagen le dio la vuelta al mudo y, en no pocos lugares, fue tendencia en redes. Pero recorrió el mundo entero y alcanzó tendencia por lo ridículo y vergonzoso de su mensaje.
“Y es que el pasado 14 de enero del 2025, policías municipales de Celestún, en Yucatán, persiguieron a dos presuntos ladrones, no con pistolas o con armas de alto poder sino… con resorteras.
“Sí, por absurdo que parezca y por ridículo que se antoje, esa es la imagen real que conoció el mundo sobre el decimonónico equipamiento y la penosa preparación de los policías mexicanos.
“Por eso y luego de conocer esa realidad, se entienden las razones que han llevado a nuestro país a ser uno de los más peligrosos no solo para los ciudadanos de a pie y para los periodistas, sino para los propios policías” (FIN DE LA CITA)
Sí, nos guste o no, el Estado mexicano y los gobiernos de Morena son verdaderos “mata-policías”.
Al tiempo.
