Al derecho y al revés

Vivir en una sociedad hiperconectada tiene sus riesgos, uno de ellos es la exhibición excesiva de la violencia, incluso de la muerte.
Así lo vimos con el feminicidio de la influencer Valeria Márquez, con más de 90 mil seguidores en Tik Tok, quien fue asesinada mientras hacía una transmisión en vivo.
Los internautas que veían el live se quedaron pasmados. Ante sus ojos una bella y joven mujer perdía la vida sin tener tiempo ni de razonar. El crimen ocurrió alrededor de las 18:30 horas dentro de una estética de su propiedad denominada "Blossom The Beauty Lounge".
Los testigos dicen que estaba por terminar el “en vivo” pero se detuvo a comentar que un desconocido le había llevado un regalo e incluso bromeó diciendo que sintió temor porque el repartidor llevaba el rostro cubierto.
Momentos después un hombre llegó a su estética y le disparó. Ricardo Ruiz Velasco, alias "El Doble R", líder del CJNG y presunto novio de Valeria, es el principal sospechoso. La hipótesis policial apunta a los celos como móvil del crimen. En días previos a su asesinato la también empresaria había mostrado fotos en las que tenía unos moretones, acusando directamente a su pareja de las agresiones. Sin embargo, según las autoridades Valeria no había denunciado amenazas .
La cifra de feminicidios en México es alarmante. Entre enero y marzo de 2025, se registraron 162 casos a nivel nacional, según datos oficiales. El Estado de México concentró la mayor cantidad con 18 casos (11.1%), mientras que Jalisco ocupó el tercer lugar con 8 (4.9%).
No sabemos en realidad por qué asesinaron a Valeria, pero nada justifica el crimen.
Estamos tan acostumbrados al horror que a través de nuestros dispositivos vemos morir a las personas, lo viralizamos pero no nos autocensuramos para impedir que se desaten el morbo y los comentarios misóginos, incluso las burlas sobre la víctima que causan, hay que decirlo, un profundo daño emocional a sus deudos.
Este trágico caso destaca la vulnerabilidad de las mujeres, incluso aquellas que cumplen con los cánones de belleza establecidos, frente a la violencia y la cosificación en línea.
En días pasados también circuló en redes el asesinato de Yesenia Lara, candidata morenista a la alcaldía de Texistepec en Veracruz, quien fue abatida frente a un grupo de simpatizantes que la acompañaban en su campaña. En el terrible hecho hubo cuatro muertos más.
Los homicidios fueron captados en video y las víctimas estaban a la vista de todos, en un lugar público.
La sangre fría de los asesinos nos deja helados. Desprecian tanto la vida, incluso la propia, que pueden llegar a disparar sin temor de nada, incluso sabiendo que son grabados.
No podemos seguir viralizando la violencia, aun siendo libres de usar nuestros espacios digitales a nuestro antojo.
Lo más importante: ninguna mujer merece morir como Valeria o Yesenia. Gritar en forma repetida “ Ni una más” deja de tener sentido si quienes deben cuidarnos permiten que nos maten. ¿Hasta cuándo podremos sentirnos seguras?