Honra Raúl Peñaranda a los artesanos que construyen la moda de NY

MANHATTAN,Nueva York, EU, 26 de agosto de 2025.- En la capital mundial de la moda donde las pasarelas, colecciones, tendencias y colores acaparan las miradas, el reconocido diseñador Raúl Peñaranda recuerda con nostalgia cómo existió el llamado Paseo de la Moda, un espacio en el que se hizo alguna vez homenaje al Garment District y que hoy solo permanece en la memoria de quienes vivieron su esplendor. Para Peñaranda, más allá de la ausencia de ese referente, la moda sigue siendo un motor cultural y humano que trasciende las pasarelas.
“El Paseo de la Moda, que es donde tú podías ver a aquellos grandes que nos abrieron el paso para seguir nuestros sueños, era emblemático, pues representaba que el Distrito de la Moda no era únicamente colecciones y tendencias, sino también un ecosistema de personas que hacen equipo para que al final una colección del resultado esperado, como las costureras, cortadores y artesanos que trabajan día a día para que esas colecciones existan. Para mí, después de cada desfile, mis verdaderas estrellas son ellas, porque no hay colección que pueda emocionar sin las manos que le dan vida a las telas”, expresó el diseñador.
Peñaranda creció viendo a su madre trabajar como costurera, asegura que esa raíz lo conecta de manera profunda con el oficio y con el simbolismo que le dieron en algún momento al Paseo de la Moda, el diseñador explica que aquel espacio no era únicamente un recorrido de nombres ilustres, sino un recordatorio de toda la cadena humana que sostiene esta industria; desde las manos que cortan la tela hasta quienes cosen cada detalle de una prenda.
Para él, ese tributo urbano reflejaba que la moda en Nueva York no solo está en las pasarelas, sino en la historia de miles de inmigrantes y trabajadores anónimos que construyeron la capital textil del mundo.
“Para mí las costureras son mi mamá; en serio que ella lo sabía todo; no te imponía lo que debías usar, pero te daba un menú de opciones. Yo me siento con mi equipo a almorzar, les pregunto si les gusta la colección, qué sienten. Mi frase más poderosa siempre es ‘no lo sé’, porque dejo que la colección y su sensibilidad hablen. El verdadero valor está en el diálogo con quienes cosen, cortan y sueñan contigo”: indicó a Quadratín Hispano Raúl.
Con la renovación del Garment District, el Paseo de la Moda dio un paso a una nueva escultura, la monumental aguja atravesando un botón, una estatua que se ha vuelto el símbolo icónico del barrio y que hablo por si sola de lo que significan Nueva York y la moda; para este diseñador latino, esa imagen es mucho más que un adorno urbano, para Peñaranda estatua también un mensaje de construcción de sueños como los que tienen cientos de personas que llegan a este país a luchar por lo que desean ser algún día.
“Ese botón amarillo y esa aguja gigante son el reflejo de lo que significa la moda en Nueva York. Es un recordatorio de que la industria no es solo el ego del diseñador, sino la magnitud de los sueños que compartimos con cada persona que cose, corta y transforma. Para mí, ese símbolo no solo marca la presencia de la moda, sino la grandeza de quienes la hacen posible”, indicó Peñaranda.
Así, entre nostalgia y visión, Raúl Peñaranda insiste en que la moda en Nueva York seguirá siendo la capital creativa del mundo, pero su verdadero valor siempre estará en quienes convierten las telas en historias y los sueños en realidad; y mientras el paseo de la moda desapareció, el botón y la aguja gigantes que se encuentran en el Garment District, obra del artista Judith Weller, rinde homenaje a los inmigrantes que con su trabajo levantaron la industria textil de la ciudad y de que la moda en Nueva York no se sostiene únicamente en las pasarelas, sino en la historia y en las manos de quienes con cada puntada han creado capital del mundo en moda.