Festejan herencia caribeña en el colorido desfile West Indian de Brooklyn

BROOKLYN, Nueva York, EU, 1 de septiembre de 2025.- Al son de la música, el baile y las tradiciones típicas de los países caribeños, miles de personas desfilaron por la icónica Eastern Parkway, que se vistió de color con trajes deslumbrantes en tonos naranjas, amarillos, verdes y dorados.
Los andenes se convirtieron en una verdadera fiesta, pues los vecinos de estos barrios cercanos sacaron mesas, prepararon platos tradicionales y se reunieron en familia para celebrar un día que, más que un desfile, es una reafirmación cultural y un punto de encuentro para toda la comunidad inmigrante.
Este evento, conocido oficialmente como el West Indian American Day Parade, es uno de los desfiles más grandes de Nueva York y una tradición que se celebra desde 1969.
Cada año, durante el Labor Day o el Día del Trabajo, la avenida Eastern Parkway se transforma en un escenario que reúne a cientos de personas provenientes de países como Trinidad y Tobago, Jamaica, Haití, Barbados, República Dominicana y Puerto Rico, quienes muestran su orgullo a través de la música soca, reggae y calipso.

Ashley, una joven asistente que acudió al desfile vestida con los colores de Jamaica, contó que esta fecha es para ella una tradición familiar que la conecta con sus raíces.
“Vengo cada año esto es una cita y me encanta, disfrutamos de la música, la fiesta, nos enloquecemos. Nos encanta ver los trajes y bailar al ritmo de nuestra música, esto es como traer un pedacito del Caribe a Nueva York. Uno se siente orgulloso de sus raíces y feliz de compartirlas con todo el mundo”, expresó emocionada mientras tomaba fotos y esperaba el transcurso del desfile.
Este evento tiene sus raíces en celebraciones caribeñas de carnaval que comenzaron en Harlem en los años 30, pero que fue trasladado a Brooklyn en busca de mayor espacio y conexión con las crecientes comunidades caribeñas que se asentaban en Crown Heights y Flatbush.
Ahora este desfile no solo es una muestra de folclor, sino también una oportunidad para celebrar la diversidad cultural de Nueva York y fortalecer la identidad de las generaciones nacidas en Estados Unidos.

Además de los espectáculos visuales y musicales, el West Indian Parade también es una vitrina para emprendedores locales que encuentran en la celebración una oportunidad para vender sus productos, entre ellos estaba una pareja de vendedores de limonadas de Trinidad y Tobago.
“Este día trabajamos duro, pero vale la pena, acá estamos vendiendo limonadas frescas y otros jugos tropicales, y la gente siempre vuelve por más. Nos gusta aportar a la fiesta, porque no es solo negocio, es ser parte de la comunidad y celebrar lo que somos”, contó Marissa Charles.
Las calles se llenaron de aromas de platos típicos como jerk chicken, doubles y empanadas. Mientras el sonido de los tambores resonaba entre los edificios casas cercanas y familias enteras bailaban, tomaban fotografías y disfrutaban de una jornada que, además de ser un espectáculo cultural, sirve como un recordatorio de la fuerza y resiliencia de las comunidades inmigrantes en Nueva York.

El West Indian Parade también ha sido un punto de encuentro para líderes locales y organizaciones comunitarias que aprovechan el evento para resaltar temas importantes como la educación, la participación cívica y el empoderamiento de las nuevas generaciones.
Con más de medio siglo de historia este desfile se mantiene como una de las celebraciones más esperadas del verano en Nueva York, reuniendo a personas de todas las edades y orígenes en una explosión de música, sabor y alegría que cada año convierte a Eastern Parkway en un símbolo de orgullo multicultural.