Afirma AAA: conductores apoyan más seguridad; persisten malos hábitos
MANHATTAN, Nueva York, EU, 16 de diciembre de 2025.- Aunque la conducción peligrosa continúa siendo una práctica extendida en las carreteras de Estados Unidos, la mayoría de los conductores respalda la implementación de mayores medidas de seguridad para reducir accidentes y muertes, de acuerdo con un nuevo informe de la Fundación AAA para la Seguridad Vial.
El estudio revela que conductas como la conducción distraída, el exceso de velocidad y manejar bajo los efectos del alcohol y las drogas siguen siendo factores clave en miles de muertes por accidentes de tránsito cada año. Autoridades federales estiman que más de 39 mil personas perdieron la vida en colisiones vehiculares en 2024, una cifra que, aunque representa una ligera disminución frente al año anterior, mantiene vigente la crisis de seguridad vial en el país.
La encuesta anual Índice de Cultura de Seguridad Vial analizó actitudes, comportamientos autodeclarados y el nivel de apoyo a políticas públicas relacionadas con la seguridad vial. Los resultados muestran una contradicción persistente: mientras muchos conductores continúan incurriendo en prácticas de riesgo, existe un amplio respaldo a medidas más estrictas para prevenir la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas. Entre ellas destacan la incorporación obligatoria de tecnología de prevención en todos los vehículos nuevos y la reducción del límite legal de alcohol en la sangre.
De acuerdo con el sondeo, 67 por ciento de los encuestados apoya que todos los autos nuevos cuenten con tecnología que impida conducir bajo los efectos del alcohol, y 51 por ciento respalda bajar el límite legal de concentración de alcohol en sangre de 0.08 a 0.05. Sin embargo, la encuesta también evidenció que estas prácticas persisten, ya que siete por ciento de los conductores admitió haber manejado después de beber alcohol en los últimos 30 días, a pesar de que 93 por ciento reconoce que hacerlo es extremadamente peligroso. Una situación similar se observa con el consumo de marihuana, pues, aunque la mayoría considera riesgoso conducir tras su consumo, un porcentaje relevante admitió haberlo hecho.
“Conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas ha tenido consecuencias devastadoras durante demasiado tiempo, y estos hallazgos dejan claro que el público está listo para soluciones”, afirmó María Vargas-Pion, portavoz principal de AAA Northeast, quien subrayó la urgencia de adoptar herramientas y tecnologías capaces de salvar vidas.

Riesgo en el móvil
El informe también señala que los comportamientos de riesgo no se limitan al consumo de sustancias. La conducción distraída sigue siendo una de las principales amenazas, ya que una parte considerable de los conductores reconoce utilizar el teléfono móvil para enviar mensajes, leer notificaciones o hablar mientras conduce, aun cuando la mayoría admite que estas acciones son altamente peligrosas.
Asimismo, la encuesta muestra que la conducción agresiva y el irrespeto a los semáforos son percibidos como prácticas de alto riesgo, aunque el exceso de velocidad continúa siendo minimizado por muchos conductores. A pesar de que más de la mitad considera probable que la policía detenga a quienes exceden ampliamente el límite de velocidad, una proporción significativa admitió haber conducido por encima de lo permitido.
Los resultados del informe refuerzan el llamado de AAA a fortalecer las políticas públicas, la aplicación de la ley y el uso de nuevas tecnologías para reducir conductas peligrosas y mejorar la seguridad en las carreteras de Estados Unidos.


