Rescata Luz Carreño raíces culturales con libros que acompañan familias
TRENTON, Nueva Jersey, EU, 12 de diciembre de 2025.- Luz Carreño es una migrante, una gestora comunitaria y una mujer que ha convertido la memoria en un acto de amor. Su historia comienza mucho antes de llegar a Estados Unidos y atravesar continentes, culturas y generaciones. Una colombiana que primero migró a Japón, donde vivió durante ocho años, realizó una maestría y conoció una forma de organización social que marcaría para siempre su manera de ver la migración y el acompañamiento a quienes llegan a un nuevo país.
“Yo llegué a Estados Unidos después de haber vivido en Japón, una experiencia totalmente distinta. Allá todo es organizado, incluso la migración es diferente, y eso me enseñó que llegar a un país nuevo no tiene por qué ser un proceso solitario ni caótico”, indicó Luz.
Al llegar a Estados Unidos, recuerda con gratitud a la señora Ito, una mujer japonesa que la acompañó en sus primeros pasos, desde explicarle el sistema educativo y llevarla a la biblioteca, hasta enseñarle cómo separar la basura y moverse por la ciudad. Ese gesto de acompañamiento sembró en ella una idea que años más tarde se convertiría en un proyecto de vida para también ayudar a otros migrantes.

“Cuando llegué, una señora fue a mi casa con una carpeta y me explicó todo, las escuelas, los supermercados, la biblioteca, cómo funcionaba este país, y fue ahí donde yo pensé que algún día quería hacer lo mismo por nuestra gente, mudarse y migrar sobre todo a otro país donde no conoces nada y peor aún el idioma se te hace más complejo, por lo que ayudas cómo estas hacen que ese proceso sea más amigable”, afirmó.
Con esa convicción, comenzó a trabajar como voluntaria en distintas organizaciones y con el tiempo, participó en la creación de Colombianos Uni, un programa presente hoy en casi todos los consulados de Colombia en el mundo. La iniciativa cuenta con cinco ejes fundamentales para la persona que llega nuevo a una ciudad y es lo laboral, el emprendimiento, migratorio, la salud, el arte, la cultura y la educación, y que han servido como guía para miles de migrantes.
“Creamos un programa para ayudar a los migrantes desde que salen de su país. Colombianos Uni tiene ejes muy claros y busca acompañar a las personas en todo su proceso, no solo en lo legal, sino en lo humano”, agregó Carreño quien además durante más de una década, estuvo vinculada a los consulados de Colombia en Nueva York y Newark, acompañando procesos comunitarios y apoyando a personas en la creación de sus negocios.
“Desde la idea inicial hasta la consolidación de mis emprendimientos, mi formación en arte y trabajo social, me han permitido entender las migraciones no solo como un movimiento físico, sino como una transformación emocional y cultural. Por ejemplo, cuando nació mi nieta y escuché su nombre, pensé, algún día ella no va a saber que tuvo una nona hispana, y eso me movió, dije, tengo que hacer algo para que mis nietos conozcan de dónde vienen”, explicó Luz a Quadratín Hispano.

Y es que, con la llegada de sus nietos, Luz comenzó a ver cómo sus raíces hispanas se perdían entre apellidos, idiomas y culturas, por lo que sintió la necesidad urgente de preservar la memoria familiar y fue allí cuando surgió la idea que hoy define su emprendimiento, ayudar a las personas a escribir sus propios libros.
Lo que comenzó como un libro para su nieta se transformó en un proyecto que hoy acompaña a familias enteras.
Luz empezó a crear libros personalizados donde padres, abuelos y cuidadores pueden expresar lo que muchas veces no saben cómo decir, el amor, la nostalgia, la despedida, la identidad.
“Llegaban mamás que me decían, no soy capaz de decirle a mi hija cuánto la voy a extrañar cuando se vaya a la universidad. Entonces el libro se volvió ese puente para dejar por escrito lo que el corazón no sabe explicar”, expresó.
Con el tiempo, esta mujer entendió que sus libros no eran solo para niños, sino también para adultos que desean dejar testimonio de quiénes han sido, de su historia migrante y de los valores que quieren heredar. Cada libro se convierte en un legado emocional, una cápsula de memoria que trasciende idiomas, países y generaciones.
Hoy, Luz Carreño continúa acompañando a personas que quieren contar su historia, sanar a través de la escritura y preservar su identidad en medio de la diversidad cultural que define a tantas familias migrantes. Su trabajo demuestra que escribir también es una forma de resistir, de amar y de no olvidar quiénes son ni de dónde se viene.


