Alertan sobre riesgos tras incendio que dejó 8 familias sin hogar en NJ

PRINCETON, Nueva Jersey, EU, 30 septiembre de 2025.- El reciente incendio de dos edificios residenciales en Newark, que afectó a seis apartamentos y dejó a ocho familias sin hogar el pasado domingo, es un ejemplo claro de cómo una emergencia puede cambiar la vida de decenas de personas en cuestión de minutos.
“Cuando hay fuego, lo primero es mantener la calma. Si no pueden salir por la puerta principal porque ya está bloqueada, siempre ciérrenla. Las puertas tienen un margen de 30 minutos antes de que el fuego las atraviese. Coloque una toalla húmeda debajo para evitar que entre humo, llamen al 911 y griten para que los bomberos sepan dónde están. Nunca se escondan”, explicó Kevin Soto, capitán de bomberos de Trenton y vicepresidente de la Unión de Bomberos FMBA Local 6, en entrevista con Quadratín Hispano.

En Nueva Jersey, los incendios residenciales son una de las emergencias más comunes que atienden los departamentos de bomberos.
Según la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos se registran en promedio más de 350 mil incendios domésticos cada año, de los cuales miles ocurren en este estado, muchos en edificios multifamiliares antiguos que suelen tener sistemas eléctricos desgastados o salidas de emergencia limitadas.
¿Cuál es la posibilidad de que me ocurra?
“Yo fui a la iglesia como de costumbre en domingo por la mañana y cuando regresé no pude entrar al apartamento, todo estaba cubierto de fuego, cenizas y agua”, comenta María, de 72 años, residente del edificio en llamas, a Quadratín Hispano.

Aunque nadie espera enfrentar un incendio, la estadística revela que es más común de lo que parece. De acuerdo con la NFPA, una persona en Estados Unidos tiene una de cada 340 posibilidades de experimentar un incendio en su hogar a lo largo de su vida. Conocer las medidas correctas puede marcar la diferencia al evitar una tragedia.
“Siempre revisen que funcionen los detectores de humo. En Trenton incluso los damos gratis y los instalamos si lo necesitan”, recordó Soto. La falta de detectores funcionales es un factor crítico: la NFPA estima que tres de cada cinco muertes en incendios ocurren en viviendas sin alarmas de humo o con equipos que no funcionaban.

Después del incendio, ¿qué ocurre con los afectados?
El fuego no solo destruye viviendas y pertenencias también deja a cientos de afectados en situación de emergencia social.
Según Soto, la Cruz Roja suele ser la primera en llegar.
“Ellos dan ropa, artículos básicos de aseo y una tarjeta con 500 dólares para que las familias puedan pagar un hotel por dos noches. Si necesitan más, pueden volver a pedir ayuda. Luego, dependiendo del seguro del propietario, los afectados podrían acceder a estadías más largas en hoteles tipo extended stay hasta que su vivienda sea reparada”.
Sin embargo, no todos tienen la misma suerte. “Muchos landlords no compran seguros completos, y eso complica el apoyo para los inquilinos”, advirtió Soto. En ciudades como Newark, donde gran parte de la población depende del alquiler, esta falta de cobertura amplifica la vulnerabilidad social.

Frente a este panorama, las autoridades insisten en que la mejor herramienta es la prevención como instalar detectores de humo, conocer las salidas de emergencia y tener un plan familiar de evacuación.
“Enséñenle a los niños qué hacer, dónde reunirse afuera y cómo pedir ayuda. Si tienen mascotas, salgan primero y avisen a los bomberos dónde están: nosotros las vamos a rescatar”, aconseja Soto.
Más allá de los consejos individuales, la prevención también pasa por políticas públicas. La NFPA y FEMA llevan años recomendando a los estados invertir en modernización de viviendas antiguas, exigir planes de evacuación en edificios y reforzar la educación comunitaria sobre incendios. Sin estas medidas estructurales, cada nuevo incendio amenaza con repetir las mismas historias de pérdida y desamparo.