
Reivindican en la SIP la colaboración como escudo del periodismo libre
TRENTON, Nueva Jersey, EU, 17 de octubre de 2025.- Los periodistas en el exilio enfrentan miles de desafíos, pero deben mantener la información de manera inventiva e imaginativa, y realizar un periodismo de investigación más profundo y riguroso, así lo señaló el cronista y colaborador de The New York Times, Boris Muñoz, durante el foro Periodismo y Resiliencia en el exilio realizado este viernes 17 de octubre en la segunda jornada de la 81 asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
El también columnista del periódico El País, realizó un paralelismo entre el exilio que viven los periodistas venezolanos y lo que ocurre con los de El Salvador.
“La principal semejanza es que gran parte del periodismo que sigue funcionando en El Salvador como en Venezuela, tiene direcciones editoriales que están fuera del país, y en Venezuela, aún más después del recrudecimiento de la represión el año pasado”, indicó desde Punta Cana, República Dominicana.
Además, resaltó que actualmente existen 18 periodistas detenidos por el gobierno venezolano.
“En Venezuela tomó alrededor de 15 años llegar a este punto, en El Salvador ha tomado mucho menos, cinco años, y se ha acelerado particularmente desde el estado de excepción, que ya lleva dos años casi, y ha forzado a mucha gente a tener que irse en este momento”, destacó, mencionando el caso del medio digital El Faro.
Muñoz señaló la necesidad de mantener la información de una manera inventiva, imaginativa, y nueva. “Hay que buscar formas nuevas de recolectar información en estos casos, creo que las redes ayudan hasta cierto punto. Hay que aprender a investigar en esto, y lo esencial es que medios en El Salvador como en Venezuela, mantengan un perfil activo y hagan un periodismo de investigación más profundo, más riguroso, con los medios muy limitados que hay, pero que siga llevando al público los abusos, las arbitrariedades que estos regímenes quieren tapar”.
Asimismo, indicó que la ausencia física es muy fuerte, pero la tarea principal que se tiene es reinventarse. “La capacidad de conectar, de mantener una conversación dentro de este gran desasosiego es también muy característica de esta época y sería tonto quedarse solo en la pérdida, en la nostalgia, en el duelo de lo que ya no puede ser, hay que seguir investigando, hablando con gente, escribir de todo, entonces tenemos la posibilidad de reinventarnos y no voy a dejar de escribir de Venezuela porque no me quieran ver por allá, esa es parte de la tarea”.
En la misma realidad que viven los periodistas en el exterior, la periodista venezolana, Luz Mely Reyes, cofundadora y directora de Efecto Cocuyo, expuso que una de las claves fundamentales para los periodistas actualmente es tener la capacidad de analizar, ver y leer lo que está sucediendo.
“Si no somos capaces de leer los signos, vamos a creer que se puede convivir con el autoritario y en algunos casos vamos a creer que si nos portamos bien no nos va a pasar nada. Pues le tengo una mala noticia, nos va a pasar y nos va a pasar, ya sea por los líderes que estén gobernando o porque no vas a poder hacer el periodismo en el que tú crees”, dijo.
Por lo tanto, al ver la situación que enfrentaba, decidió crear y fundar el medio digital Efecto Cocuyo.
“Durante estos últimos 11 años hemos ido todo el tiempo reinventándonos con una curva de aprendizaje en la que yo tuve que aprender no solamente a hacer todo mi tema de reporterismo y de periodismo político y de migración que, sino que además todo lo que significa diseñar los modelos de negocio, cambiar porque en Venezuela todo el tiempo está cambiando la cosa, entonces tenías que adaptarte y dentro de esa adaptación, surgió en un momento determinado el hecho de que ya yo no podía estar en mi país, ya la persecución era tanto y como yo era uno de los rostros visibles de esos periodistas que hay en Venezuela, que permanecíamos en Venezuela, pues también era un blanco muy propicio para que me atacaran”, contó.
Asimismo, contó que aunque se fue de Venezuela en el 2018, podía regresar, pero en 2023 anularon su pasaporte, por lo que no pudo volver más y mencionó lo difícil que es estar fuera de su país y no ver a su equipo y su familia.
“Ese extrañamiento físico es doloroso, es un proceso, pero también nosotros como periodistas y los dueños de medios y todo el que trabaja en la industria de medios, también creo que es el momento de que hablemos de lo que significa ese dolor”, indicó en conversación con el director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa, Carlos Lauría, quien fue el moderador del foro.
También resaltó que hay más de 300 personas que se sumaron a la red de periodistas en el exilio. “Hay 300 periodistas latinoamericanos que han sido desplazados de nuestros países, eso es inconcebible y está ocurriendo”, y recalcó que, aunque los periodistas estén en otros lugares, donde quizás haya mejor condición que en su país, no existe ni exilio dorado y no existe el autoexilio.
“No es una decisión que tú tomas, no es que te viniste a hacer turismo y te "dijiste bueno voy a pedir asilo acá", no, es que tuviste que irte de tu país. Eso es desgarrador, o sea, esto no es drama, es desgarrador y yo creo que eso hay que hablarlo”.
También mencionó la situación de los periodistas en Estados Unidos, y aseguró que quizás muchos se están planteando salir del país cuando ya no se puede ejercer el periodismo con libertad.
“Ya en este momento se la están haciendo porque hay académicos que se han ido de Estados Unidos y en el caso de los periodistas venezolanos y de otras nacionalidades, pues entonces están teniendo un doble exilio porque se sienten que están repitiendo, tienen un déjà vu con las cosas que vivieron en sus países y en nuestro país”, dijo y se refirió al caso específicamente de los venezolanos que no pueden entrar a Estados Unidos.
“Muchos periodistas no han podido tener casos resueltos de asilo porque en otros casos tenían TPS y le quitaron el TPS y porque en otro caso que se estaba dando un proceso de reunificación familiar, pues no sé si saben que los venezolanos tenemos prohibido, los que no tenemos residencia en Estados Unidos, tenemos prohibido ir a Estados Unidos y no nos están dando visa. Entonces estás viviendo un proceso de doble victimización allá y eso a veces no se ve completamente porque creo que en Estados Unidos, digamos la sociedad en general quedó en shock, creen que no están viviendo, algunos creen que no están viviendo las crónicas que nosotros vivimos en nuestros países”.
Como Luz Mely, el fundador y director del Confidencial de Nicaragua, Carlos Fernando Chamorro, expuso su situación, ya que desde 2019 tuvo que salir de su país en lo que catalogó un exilio de emergencia.
“La primera vez que la policía asaltó la redacción de confidencial y se robó todos los equipos, y afortunadamente en ese momento no capturaron a nadie. A nosotros nos sacaron de la televisión, seguimos informando a través de plataformas de YouTube, y yo nunca pensé que, en mi vida, que me iba a exiliar, y me he tenido que exiliar dos veces. La primera vez en el 2019, y estuve 11 meses en Costa Rica, en ese momento solo yo y unos pocos periodistas, es lo que yo llamo el exilio de emergencia".
Chamorro contó que llegó a Costa Rica e intentó seguir haciendo periodismo. “Creo que parte de la resistencia tiene mucho que ver no solamente con la convicción, sino también con el apoyo, con la solidaridad de otros medios en la región”.
Además, recordó que volvió a Nicaragua en 2019 a pesar de tener su redacción confiscada, pues sus periodistas aún estaban en el país, pero en el 2021 tuvo que salir del país de nuevo al exilio.
“Este segundo exilio ya lleva más de cuatro años, para mí es un exilio permanente, aunque la dictadura va a caer y vamos a regresar a contar la historia de ese cambio en Nicaragua, pero por el momento no tiene fecha de terminación”, resaltó.
Sobre la continuidad del archivo, las fuentes y la comunicación de abusos desde fuera del país, Chamorro indicó que la memoria y la verdad tiene una doble dimensión.
"Hay una dimensión histórica, y es el periodismo que se ha hecho, el que la prensa lo ha hecho va a cumplir 100 años. Bueno, Confidencial va a cumplir 36 años el próximo año, y ahí están nuestros archivos. Físicamente, yo todavía tengo en Costa Rica una colección impresa del archivo de Confidencial, pero están los archivos digitales y también están los archivos de la prensa. Pero hay otra memoria que es la memoria de hoy, es la memoria que se construye hoy reporteando la verdad, reporteando los crímenes de esa humanidad, de la dictadura, la persecución, las torturas, los destierros, las confiscaciones, los abusos”, destacó, resaltando que es importante documentar la verdad, que es la base de la justicia.