
Proponen asociaciones de prensa latina para enfrentar retos ante IA
TRENTON, Nueva Jersey, EU, 18 de octubre de 2025.- Por su labor y misión de informar con verdad, ética y coraje por años, a pesar de ser perseguido e incluso poner su vida y la de su familia en riesgo, el periodista colombiano Daniel Coronell recibió el premio a la Libertad de Prensa este sábado 18 de octubre en la 81 asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se realiza en Punta Cana, República Dominicana.
La entrega del galardón fue realizada por Roberto Rock, quien afirmó que el periodismo es más que un oficio, es una misión y en muchas ocasiones un sacrificio para sus oficiantes.
"En un mundo donde la desinformación, la polarización y la corrupción y la violencia amenazan la estabilidad de nuestras sociedades, de nuestros países, la labor de los periodistas es en este aspecto más vital que nunca. Y es precisamente para reconocer esta labor que la Sociedad Interamericana de Prensa instituyó, hace mucho tiempo, el Gran Premio a la Libertad de Prensa, el mayor, el más antiguo de los que he otorgado desde hace 71 años. Este premio creado en 1954, fue concebido como un testimonio del compromiso de las instituciones e individuos que han consagrado sus principios profesionales éticos al periodismo, esa tarea esencial que consiste en seguir informando con coraje, incluso frente al riesgo", destacó sobre el galardón.
Magdalena Ruiz, y Jineth Bedoya son algunas de las periodistas que han recibido este premio y en esta ocasión Coronell fue el elegido por ser un perseverante periodista de investigación y líder de opinión, que según expresó Rock ha marcado un antes y un después en el periodismo de América Latina.
"Es un símbolo de un acercamiento, de un compromiso, de una mirada. Su impacto se ha sentido desde múltiples frentes como reportero en su natal Colombia, como director de noticias en cadenas como Noticias RCN y Noticias Uno, como fundador de medios influyentes como el Semanario Cambio y actualmente como presidente de Noticias de Univisión, una de las cadenas más importantes de Estados Unidos. Su trayectoria ha estado guiada por una búsqueda incansable de la verdad al revelar algunos de los mayores escándalos de las últimas décadas, desde el vínculo entre el narcotráfico y la política en su país, hasta las investigaciones de alto impacto que involucraron al expresidente Álvaro Uribe", destacó sobre el periodista colombiano.
El trabajo de denuncia de Coronell le generó múltiples amenazas a su vida y la de su familia, que lo llevaron al exilio, pues se tuvo que ir de su país en 2005.
A diferencia de sus predecesores, el colombiano dedicó su premio a una bala, esa de la que escapó hace unos años.
“En Colombia, donde he desarrollado la mayor parte de mi carrera, un poco más de la mitad, ser periodista y estar amenazado han sido casi sinónimos. La amenaza es algo que uno recibe prácticamente al mismo tiempo con la libreta y la pluma. Por eso muchos reporteros de mi generación nos acostumbramos a vivir con las amenazas hasta el peligroso límite de volverlas normales. Hemos visto caer asesinados a 169 periodistas en Colombia, de acuerdo con las cifras de la Fundación para la Libertad de Prensa”, denunció el también presidente de Noticias de Univisión.
Coronell contó que en 2005 recibió amenazas, pero no solo fueron hacia él, sino también hacia su hija quien tenía seis años. “Durante cuatro meses recibimos llamadas telefónicas en las que nos decían que nos devolverían a nuestra niña en pedazos. También correos electrónicos difamatorios e intimidantes, y coronas fúnebres. Aunque pusimos estos hechos en conocimiento de las autoridades, la verdad es que nadie hizo nada para investigar lo que pasaba. El apoyo que nos negó el Estado colombiano, nos lo dieron, en cambio, con creces nuestros compañeros de oficio. Seis periodistas de Noticias Uno, el medio en el que trabajábamos, me ayudaron a seguir las pistas. Muchas de ellas no llevaban a ninguna parte”.
Afortunadamente, una persona llamó y le confesó a uno de sus amigos el plan que tenían para asesinarlo, por lo que pudo esquivar esa bala, huyó del país y fue admitido en el Knight Fellowship de la Universidad de Stanford, donde pasó un año académico y continuó haciendo periodismo desde el exilio.
A su vez, destacó los desafíos que enfrentan los periodistas en la actualidad, como persecución, hostigamiento y más. “La persecución a la libertad de prensa viene tanto de la derecha como de la izquierda y se expresa de muchas formas, a veces de manera violenta, a veces a través del hostigamiento judicial, a veces del estrangulamiento económico y cada vez más frecuentemente identificando a los periodistas como los enemigos del pueblo”.
Coronell señaló con preocupación los intentos de subordinar a la prensa por parte del gobierno de Donald Trump, indicando que antes Estados Unidos era un referente de respeto a la prensa y ahora se parece mucho a lo que se vive en Latinoamérica.
También resaltó que los hispanos en Estados Unidos tienen derechos, incluso si no tienen papeles. “Es determinante que los nuestros sepan, que la Constitución los manda, pero también los ampara, que ninguna discriminación es admisible y que el periodismo está ahí para informarlos y para ayudarles a tomar mejores decisiones. Al mismo tiempo, es importante que todas las voces quepan en nuestros medios, incluso aquellas que pueden contrariar lo que pensamos. Siempre va a ser más fácil defender la libertad de expresión de aquellos con quienes estamos de acuerdo”.
Y subrayó que el periodismo tiene la obligación de buscar pluralidad en esta época de redes sociales y populismos de izquierda y de derecha y que no se debe sumar a las tendencias mayoritarias, sino desafiarlas e informar con la verdad.
"No podemos trabajar para el aplauso, ni debemos temer los insultos que llegan cada vez que uno dice algo que no es popular. El periodismo no está para sumarse a las tendencias mayoritarias. En ejercicio de nuestro sagrado deber de escepticismo, tenemos que desafiar esas tendencias", recalcó.