¿Reconoces la sensación? Descifrando el misterio del déjà vu

TRENTON, Nueva Jersey, EU, 15 de junio de 2025.- ¿Alguna vez has experimentado esa extraña sensación de haber vivido un momento antes, a pesar de que es la primera vez? Este fenómeno, conocido como déjà vu, es más que una simple falla cerebral; podría ser una señal de cómo nuestro cerebro optimiza la memoria.
Lejos de ser un simple capricho de la mente, la ciencia sugiere que esta transitoria familiaridad podría revelar la intrincada forma en que procesamos y recuperamos recuerdos. Un revelador artículo publicado en el portal Psichology Today, puede ser más que solo una creencia o superstición.
¿Una estrategia de memoria adaptativa?
El déjà vu, que en francés significa ya visto, surge de una desincronización en la forma en que el cerebro procesa la información. Según Brown (2003), ocurre cuando una experiencia nueva se asemeja parcialmente a una anterior, pero el recuerdo original permanece inaccesible de forma consciente. Esta discrepancia puede hacer que el cerebro perciba un evento nuevo como familiar, impulsado por similitudes espaciales o sensoriales.
Las teorías neurocognitivas apuntan al lóbulo temporal, específicamente al hipocampo, como una zona clave en la formación y recuperación de recuerdos, y también en estas "malas interpretaciones". Las teorías de procesamiento dual proponen que el déjà vu se produce cuando los sistemas de memoria paralelos del cerebro pierden la sincronización (Findler, 1998).
Es así cómo el sistema automático registra prematuramente una situación como familiar antes de que el sistema controlado complete su verificación, generando esa peculiar sensación de haberlo vivido ya.

Una memoria involuntaria
Aunque a menudo desconcertante, algunos investigadores, como Barzykowski y Moulin (2023), creen que el déjà vu no es del todo inútil. Sugieren que estos fenómenos involuntarios de la memoria podrían indicar un proceso de recuperación eficiente, aunque imperfecto.
En lugar de ser un mal funcionamiento, estas ocurrencias podrían ser el resultado de un sistema altamente adaptativo que prioriza el reconocimiento rápido sobre la precisión perfecta, lo que podría mejorar la supervivencia en diversas situaciones.
Identificar patrones familiares rápidamente permite tomar decisiones ágiles en circunstancias inciertas, incluso si se producen algunos falsos positivos, como el déjà vu. Desde una perspectiva evolutiva, el déjà vu podría ser un subproducto de mecanismos neuronales rápidos que facilitan la recuperación confiable de la memoria, cuya utilidad general en el reconocimiento de patrones supera estas raras anomalías.
El déjà vu también es una experiencia compleja que probablemente surge de procesos neuronales sofisticados, diseñados para gestionar y recuperar recuerdos de manera eficiente.
Aunque no es necesariamente una adaptación directa, podría reflejar los constantes intentos del cerebro por optimizar las funciones cognitivas en un mundo acelerado. Este fenómeno, lejos de ser un simple fallo, nos ofrece una ventana a la intrincada maquinaria de la memoria y la conciencia humanas.