Piden perdón Jesuitas por abusos de sacerdote a 8 hermanos en Colombia

TRENTON, Nueva Jersey, EU, 26 de abril de 2025.- La Compañía de Jesús reconoció los abusos sexuales cometidos a ocho hermanos Llano Narváez entre 1976 y 1979 por el sacerdote Darío Chavarriaga, directivo de un colegio de los jesuitas en Bogotá.
Los Jesuitas se reunieron la tarde de este viernes, 25 de abril, en la plazoleta del Colegio Mayor de San Bartolomé, donde ocurrieron los hechos, en el centro de Bogotá en un emotivo acto en el que pidieron perdón a la familia.
El padre Hermann Rodríguez Osorio, superior Provincial de los Jesuitas en Colombia, pidió perdón de forma pública por parte de su comunidad y reconoció el daño que Chavarriaga le hizo a los hermanos Narváez, especialmente a Luis Fernando Llano.
Rodríguez se comprometió a trabajar en una transformación dentro de la comunidad jesuita que pueda prevenir y evitar cualquier tipo de abuso.
Les presentamos el profundo pesar por este abuso perpetrado contra ustedes y la negligencia en la pronta atención de estos hechos. No basta con pedir perdón, es necesario actuar para que esto no se repita. La Compañía de Jesús acepta sus fallos en su deber de protección y cuidado de los más vulnerables”, destacó Rodríguez.
Los ocho hermanos, que estudiaban en el Colegio Mayor de San Bartolomé, fueron abusados por Chavarriaga, quien en ese entonces era el director de estudios, entre los 70 y 80, cuando enfrentaban una difícil situación económica y social.
Según revela el expediente canónico del caso, que contiene 28 páginas en las que habla del comportamiento del sacerdote, habría utilizado su autoridad e incluso los habría manipulado con becas escolares para someterlos a estos abusos sexuales.
En el 2014 fue retirado de su cargo como decano en la Universidad Javeriana y enviado a una casa de adultos mayores, y en el 2015 falleció, pero los Jesuitas no informaron de los hechos a las autoridades, lo que les han recriminado.
Hermanos denunciaron en el 2024 los abusos de sacerdote Chavarriaga
Fue el año pasado cuando los hermanos denunciaron a un medio los abusos del sacerdote y aseguraron que en el 2014 lo acusaron con el padre Francisco de Roux, pero les pidió no decir nada públicamente.
“Él nos pidió que no hiciéramos públicos los hechos y que dejáramos que la comunidad manejara el tema. Nos ofrecieron apoyo psicológico, pero eso no repara nada”, dijo Ana Llano, una de las hermanas abusadas.
"Hoy el miedo se convierte en un grito de esperanza, ya no más abuso infantil", dijo Fernando Llano, quien luego abrazó junto a sus hermanas a los sacerdotes.
Además, anunciaron que junto a los Jesuitas crearán una fundación para atender a los niños que sufran el mismo tipo de abuso, y llevará su apellido.