
Perdió a su bebé bajo custodia del ICE y envían las cenizas por correo
SUNNYSIDE, Nueva York, EU, 14 de julio de 2025.- Durante años, el envío de dinero desde Estados Unidos fue un pilar de estabilidad para millones de familias latinoamericanas, hoy, esa fuente enfrenta un fuerte retroceso.
Desde Carolina del Norte hasta Nueva York, los centros de envío reportan una caída significativa en las remesas y, al mismo tiempo, un aumento sin precedentes en los envíos de paquetería y mudanza; la razón es que cada vez más migrantes están dejando el país, presionados por las deportaciones, la depreciación del dólar y, ahora, un nuevo impuesto federal del uno por ciento aprobado por la administración de Donald Trump.
@hispanoq 📦💸 Menos remesas, más mudanzas. En Nueva York y Carolina del Norte, migrantes están enviando menos dinero… y empacando para volver. Deportaciones, crisis económica y un nuevo impuesto están acelerando el retorno. El "sueño americano", para muchos, va de regreso. 🇺🇸➡️🌎 Jenny Saavedra/Quadratín Hispano #CrisisMigratoria #Remesas #Mudanzas #Migrantes #JacksonHeights #LatinosEnUSA #Trump2025 ♬ Epic News - DM Production
“La ciudad de Charlotte y muchas otras en Carolina del Norte están experimentando un crecimiento exponencial en el retorno de personas especialmente de Colombia, Venezuela y otros países de centroamérica. Este fenómeno se debe, sin duda, a las políticas migratorias implementadas por este gobierno, que han obligado a muchas personas a regresar al no encontrar vías para regularizar su situación en EU”, explicó Jorge Marín, representante de Andes, una compañía de envíos con una alta trayectoria.
“Antes, las cajas que enviábamos eran principalmente con medicinas, alimentos o recuerdos. Hoy, el 80 por ciento de lo que mandamos son mudanzas completas de personas que están retornando forzosamente a sus países”.
La disminución en el envío de dinero también refleja el impacto del retorno migratorio. Para muchos centros de envío, la salida de clientes frecuentes ha reducido el flujo de remesas, un fenómeno que podría agravarse con la nueva política fiscal. “En la medida en que más migrantes han tenido que regresar, las remesas también han disminuido y con el nuevo impuesto del uno por ciento propuesto por el gobierno de Trump, esa caída se va a sentir aún más”, añadió Marín.
Desde el norte del país, Valeria Granados, propietaria de Envíame, empresa con más de 25 oficinas en Nueva York y Nueva Jersey, confirma la tendencia. “Desde enero de 2025 hemos registrado una reducción del 45 por ciento en las remesas. Esto se debe a varios factores como la pérdida de valor del dólar, la falta de empleo, el temor a un nuevo arancel que ya se aprobó, y el fenómeno creciente de personas que están siendo deportadas o deciden regresar por su cuenta”, detalló Granados.
El nuevo impuesto del uno por ciento a las remesas fue aprobado recientemente como parte del paquete legislativo impulsado por el gobierno de Trump, conocido como One Big Beautiful Bill. El gravamen, que entrará en vigor en enero de 2026, aplica sobre los envíos en efectivo, giros postales o cheques dirigidos a otros países. Aunque originalmente se propuso como un impuesto del cinco por ciento, la cifra se redujo tras negociaciones en el Congreso.
A pesar del golpe a las remesas, las mudanzas internacionales están en auge. “Los envíos de mudanza han aumentado un 200 por ciento. Nos han llamado para vaciar apartamentos completos en Brooklyn, Queens y el Bronx, muchos clientes son deportados y ni siquiera logramos confirmar con ellos antes de enviar sus pertenencias; semanas después nos enteramos de lo que pasó y por su puesto se los enviamos”, comentó Granados.
Una preocupación común entre quienes aún envían dinero o paquetes es la confidencialidad de sus datos personales, Granados asegura que la información está protegida por ley. “A veces vemos temor cuando le pedimos a los clientes la identificación, pero queremos reiterar que no debe tener miedo, no compartimos ningún dato con autoridades a menos que exista una orden judicial del FBI, todo lo que nos proporcionan está resguardado bajo normativa de confidencialidad”, aseguró.
En Queens, donde el impacto de la crisis migratoria ya se deja sentir con fuerza, Aldaís, un cocinero mexicano que trabaja en el área de Sunnyside, continúa enviando dinero a su madre, aunque admite que lo hace con temor.
“Sí nos ha afectado un poco, no tanto por el cambio del dólar, sino por las deportaciones. Uno tiene miedo… pero ¿qué se puede hacer? Yo tengo a mi mamá y sigo mandando para que ella y la familia puedan comer, aunque aquí ya no se puede casi nada”, dijo Aldaís.
La combinación de deportaciones, miedo, crisis laboral y devaluación monetaria ha transformado lo que antes eran cajas llenas de nostalgia y apoyo familiar en maletas de retorno. La mudanza ya no es temporal, para muchos, el sueño americano ahora va de regreso.
Aun así, Valeria Granadox mantiene una visión optimista. “Este país lo construimos los migrantes. Hemos superado crisis, recesiones y políticas hostiles, y aunque hoy enfrentamos una caída fuerte, también surgirán nuevas formas de participar en la economía, estoy segura de que, como siempre, sabremos cómo volver a levantarnos”, afirmó con determinación.