Explica experto que la inflación supera ritmo de ingresos en EU

QUEENS, Nueva York, EU, 23 de agosto de 2025.- Aunque la inflación en Estados Unidos ha mostrado una reducción en comparación con los niveles históricos de los últimos años, los bolsillos de los neoyorquinos aún sienten el peso de los altos precios en productos básicos para el hogar, en vivienda y transporte, así lo explicó a Quadratín Hispano el economista y asesor financiero Aquiles Larrea, quien advierte que más allá de los números, el impacto real se mide en el día a día de las familias.
“Estamos hablando de inflación, pero no vamos a hablar solo de números, los gastos siguen aumentando, aunque no al mismo ritmo de antes. Un ejemplo sencillo, hace un año una bolsa de arroz de 20 libras costaba más de 32 dólares, hoy puede rondar los 27 dólares. Ese tipo de diferencias son las que la gente siente en el mercado, en el azúcar, en la comida. No duele inmediatamente, pero poco a poco se nota en el bolsillo, sobre todo porque los salarios no crecen de la misma manera”, indicó el economista Larrea.
En concreto, aunque en algunos productos registran una pequeña disminución, eso no es tan positivo en la economía actual debido a que la tendencia indica que pueden volver a subir.

El especialista también aseguró que este fenómeno se refleja también en sectores claves como la vivienda y el transporte, donde los precios han tenido un incremento sostenido que afecta directamente la calidad de vida de las familias.
Comprar casa se ha convertido en un sueño cada vez más lejano para muchos neoyorquinos, mientras que alquilar también significa asumir costos cada vez más elevados. En el caso del transporte, la compra de un vehículo nuevo o usado ya no representa una opción accesible, pues los valores han subido de manera considerable en los últimos años.
“Imagínate que una casa en Nueva York hace tres años costaba menos de un millón de dólares, y hoy esa misma propiedad supera fácilmente 1,2 millones. A esto se suman los préstamos, mientras hace un año una hipoteca podía estar entre el 10 por ciento y 11 por ciento hoy ronda el 6.5 por ciento o 7 por ciento. Con los carros pasa igual, uno que costaba 20 o 30 mil dólares, ahora puede llegar a 40 mil por el aumento de aranceles y costos de producción. La inflación es parte del problema, pero no el único; también el desempleo juega un papel importante y eso nos acerca a escenarios de recesión”, sostuvo Aquiles.
Desbalance de ingresos
Para Larrea, el mayor reto está en la falta de correspondencia entre ingresos y gastos, un desbalance que se ha ido profundizando con el paso de los años, según explica el experto mientras los precios de los bienes y servicios suben de forma constante, los salarios permanecen prácticamente estancados, lo que genera un desfase que golpea especialmente a las familias trabajadoras.
“Aquí todo sube, la renta, los servicios, los productos de limpieza, la comida. En cambio, los salarios apenas se mueven. En los años 50 y 60 un solo sueldo alcanzaba para mantener a una familia de cuatro y comprar una casa. Hoy, con dos trabajos, muchas familias apenas logran sostenerse porque las empresas piensan más en generar ganancias que en pagar ingresos compatibles con el costo de vida. Si no se corrige, este modelo es insostenible a largo plazo”, afirmó a Quadratín Hispano el economista.

Esa brecha, asegura, no solo limita la capacidad de ahorro y la posibilidad de adquirir vivienda, sino que también alimenta la desigualdad social y económica en ciudades como Nueva York, donde el costo de vida es de los más altos del país.
“De cara al futuro, el panorama es incierto, si las cosas siguen igual, los retos humanos van a ser mayores; los ricos y la riqueza seguirán aumentando, mientras los pobres tendrán más dificultades. Si baja la inflación, baja el petróleo y bajan las hipotecas, la vida será un poco más fácil, pero de no ser así tendremos un 2026 complicado”, advirtió el especialista.
Finalmente, Larrea ofreció un consejo para quienes enfrentan diariamente este desafío.
“Mi mamá siempre me decía, sigue luchando, porque no hay paro en la vida. La clave está en no quedarse atrás. Busca maneras de avanzar, aprende algo nuevo, domina la tecnología, capacítate en áreas que te permitan generar más ingresos. Hay que encontrar trabajos que ofrezcan entrenamiento y oportunidades de crecimiento. La vida es corta, y lo importante es seguir adelante con confianza”, finalizó.