Gana República Dominicana el juego del Showdown contra Puerto Rico
QUEENS, Nueva York, EU, 15 de noviembre de 2025.- Por 6-2 el equipo de República Dominicana superó a Puerto Rico en el juego del Showdown, que por primera vez se disputa fuera del Caribe. Los organizadores escogieron a Nueva York por su importancia para la comunidad hispana y el estadio de los Mets, Citi Field, resultó el escenario perfecto para albergar a más de 20 mil personas que acudieron al encuentro.
La serie la abrió el conjunto dominicano con una ofensiva liderada por Gilberto Celestino. El primer intento de recorrer las bases en el diamante de los Mets llegó gracias a un bateo clave de Robinson Canó, la estrella dominicana que se robó los elogios de los asistentes.
Este partido cobra relevancia porque muestra el talento de ambos países, cuyos equipos aprovechan este espectáculo de temporada invernal para cerrar su participación anual.

Las estadísticas revelan que esta sería la victoria número 12 de República Dominicana frente a Puerto Rico, con quien se ha enfrentado en 24 ocasiones. Los puertorriqueños son los que más ventaja han sacado de estos duelos.
Pese a la rivalidad en el diamante de los Mets, en las gradas de Citi Field los aficionados corearon los nombres de los jugadores y de sus países, mostrando apoyo a un juego considerado entre los más importantes para ambas naciones.
Este encuentro trasciende lo deportivo: representa una vitrina para las estrellas de ambos países, que forman parte de las ligas invernales y utilizan este enfrentamiento para cerrar su participación del año.
El evento, además, sirve de plataforma para que scouts y directivos de MLB observen el desempeño de jugadores que podrían reforzar equipos para la temporada 2026.

Roberto, un puertorriqueño nacido en Bayamón, aseguró: “este duelo es grande como lo son las estrellas que vimos, pero sin duda demuestra que más que rivalidad hay hermandad en estas dos naciones, que se han convertido en las más importantes en la producción de peloteros profesionales, no solo de Estados Unidos, sino del mundo entero.”
Tras el último out, la celebración continuó fuera del estadio. Calles cercanas se llenaron de música, ritmos caribeños, camiones de comida y fanáticos de ambos equipos que, en lugar de mantener la rivalidad, compartieron abrazos, selfies y conversaciones animadas.

Algunos tomaron el tren 7 rumbo a Manhattan, mientras otros se quedaron en Queens para seguir la fiesta. La jornada dejó claro que el Showdown no solo es un partido: es un puente cultural, una tradición en crecimiento y un reflejo del orgullo caribeño en el corazón de Nueva York.
