Abre Museo de Rosenbach sus puertas y celebra Bloomsday con literatura

PHILDELPHIA, Pennsylvania, EU, 16 de junio de 2025.- En un rincón tranquilo del vecindario de Rittenhouse, donde las calles adoquinadas evocan otra época, el Museo Rosenbach abrió sus puertas este lunes para celebrar el Bloomsday, el día consagrado a Ulises, la célebre novela de James Joyce.
El Bloomsday festival, se celebra en los jardines de la antigua casa de estilo europeo, donde también se resguardan verdaderas joyas bibliográficas: manuscritos medievales, primeras ediciones e incluso objetos curiosos como el kit de afeitar de Joseph Bonaparte, hermano de Napoleón.
“Abe Rosenbach era un comerciante de libros, compraba ejemplares raros para coleccionistas adinerados. Fue intermediario de figuras como J.P. Morgan o el bibliotecario del Folger. Y mientras hacía esas adquisiciones, se quedaba con algunos libros para sí mismo”, explicó Jill, miembro del personal del museo, a Quadratín Hispano.

El museo que lleva su nombre, Rosenbach, es la sede de un festival diferente, reúne a personas de todas las generaciones para disfrutar de lecturas de libros, conciertos de música clásica y recorridos por su impresionante colección bibliográfica de cientos y cientos de años.
“Ulises era uno de los libros favoritos del Dr. Rosenbach. Compró su manuscrito en una subasta, y hoy es una de las piezas más valiosas de nuestra colección”, agregó otro de los guías del museo.
Muchas de las obras expuestas provienen de las adquisiciones del propio Rosenbach, y normalmente solo pueden verse los fines de semana. No obstante, este lunes la entrada fue gratuita gracias al festival.

El 16 de junio se conmemora como Bloomsday porque ese es el día en que el protagonista de la novela vaga por Dublín en un flujo de conciencia que transformó la narrativa moderna”, explicó una de las anfitrionas.
Aunque Filadelfia es más conocida por su historia política y pasión deportiva, también guarda tesoros para los amantes de la literatura antigua.
“Philip, hermano del Dr. Rosenbach, fue un coleccionista ecléctico, pero siempre con buen ojo para las bellas artes y las piezas únicas”, comentó Jill mientras describía el origen de algunas obras.
Joyas literarias invaluables en Philadelphia
Entre los tesoros que conserva este museo, ubicado en una elegante casona de estilo europeo, destacan manuscritos como los de Los cuentos de Canterbury, que datan de 1440. “Eso significa que son anteriores a la invención de la imprenta”, señaló Lily, guía del museo.
“Este tipo de obras se llama incunabula. La imprenta fue inventada en 1450, y todo lo publicado entre 1450 y 1500 se considera incunable”, añadió, refiriéndose a uno de los sectores más antiguos de la colección.
“Lo siguiente que me gustaría mostrarles es el kit de afeitar”, dijo Jill con una sonrisa, al señalar una vitrina. Se refería a un estuche que perteneció a Joseph Bonaparte.

“Después de ser exiliado de Francia, vivió un tiempo en Filadelfia, antes de mudarse a Nueva Jersey. Años después, este objeto llegó a manos de Philip Rosenbach y hoy es parte de nuestra colección permanente”, concluyó la guía.
La jornada ofreció una reflexión sobre el poder de los libros como testigos del tiempo. Como lo resumió el guía Joe González al señalar una pequeña caja azul con entusiasmo: “Ese es Mason Ellman. Finalmente lo conseguimos. Es un libro crítico de 1959 sobre Joyce. Me encantan cosas así”.