Miscelánea, salud y política
¿Ser Borrego? Ni de Belén
Recuerda, este mes de diciembre que el amor pesa más que el oro: Josephine Dodge Daskam Bacon
La Navidad es para los cristianos un tiempo litúrgico de alegría y fe, nace el niño Jesús y con ello se renueva la esperanza de un mundo mejor; mientras que para los agnósticos es una celebración cultural y familiar, caracterizada por el disfrute personal, familiar y social, así como las presiones que impone el consumismo.
Para la mayoría de los humanos, la Navidad es una época emotiva en la que aumentan en el cuerpo los niveles de endorfinas, dopamina, serotonina y oxitocina, cuatro neurotransmisores íntimamente ligados con nuestro estado de ánimo, el sueño, así como el bienestar físico y psíquico.
El cuerpo humano contiene una gran diversidad de neurotransmisores, sustancias químicas que regulan funciones del sistema nervioso, los latidos del corazón, la digestión, el sueño y hasta los procesos del pensamiento y la memoria. Un desequilibrio en los niveles necesarios de estas sustancias puede causar problemas de salud mental y neurológicos.
Para generar endorfinas, considerada la principal droga natural de la felicidad, los especialistas en salud mental recomiendan reír, practicar una actividad física placentera –incluida la sexualidad--, abrazar a nuestros seres queridos, besar a los seres amados, oír música, bailar meditar, comer y beber lo que nos gusta, degustar un trozo de chocolate, o sea, hacer lo que nos genera satisfacción o agrado.
Las emociones navideñas están íntimamente ligadas con nuestra historia personal, de ahí que quien padeció una infancia infeliz o disfuncional muestre tristeza en una de las principales fiestas de la familia, al igual que quien atraviese por un periodo de duelo o pérdida, con ellos tratemos de ser empáticos y tengamos un acto de bonhomía. Ser afables o bondadosos genera endorfinas.
El frío y el periodo ampliado de oscuridad que trae el invierno suelen afectar el estado de ánimo de las personas susceptibles al calor y la luz, su ausencia puede provocarles síntomas de desánimo, fatiga y baja energía, a este fenómeno se le conoce como Trastorno Afectivo Estacional (TAE), ayuda a contrarrestarlo acompañar al solitario, ingerir una bebida caliente, abrigarse o exponerse directamente a la luz solar cuando menos 30 minutos.
Los Grinch existen por una gran diversidad de razones y no hay forma de hacer que la Navidad sea de felicidad obligatoria, por lo que tratemos de ser compasivos y tolerantes con quienes sufren de pesimismo invernal, en lugar de juzgarlos tratemos de compartirles nuestra mejor energía sin esperar nada a cambio.
Escucho con frecuencia que las malas noticias a las que estamos expuestos por los medios de comunicación y a las incesantes redes sociales suelen también causar malestar emocional, creo que no debemos confundirnos, si hay eventos que nos intranquilizan hay que buscar por qué ocurren y si está en nuestra mano ayudar a solucionarlos.
Las noticias sólo reflejan una realidad, escuchar lo que sucede nos hará estar conscientes de nuestro entorno y ser más empáticos con nuestros congéneres en desgracia, al final de cuentas en un país convulso como México, lamentablemente cualquiera podría verse afectado por eventos deplorables. Cerrar los ojos o hacer oídos sordos sólo ayuda a los malhechores, y nos devalúa como ciudadanos.
Como psicoterapeuta recomiendo dosificar nuestro tiempo de exposición a las noticias conforme a nuestra capacidad de adaptación para forzarnos a pensar, pero como comunicadora, creo que hay que encontrar un medio confiable para mantenernos informados.
Son tiempos de solidaridad con el buen mensajero, el informante honesto, el periodista en los tiempos actuales llega a arriesgar la vida para cumplir con la misión social de informar.
Los malos políticos suelen beneficiarse de las personas desinformadas, ellos promueven sus intereses: manipulan las narrativas y para ello suelen usar mentiras o verdades sesgadas que confunden a la gente y favorecen sus propias agendas.
Pueden usar los medios y recursos estatales para difundir diariamente propaganda a favor del partido político oficial y desacreditar a sus adversarios; pueden crear miedos con fines electorales, por ejemplo, engañar a los ciudadanos asegurándoles que si votan por la oposición desaparecerán las pensiones o las becas garantizadas constitucionalmente.
Con el uso de periodistas e intelectuales orgánicos –empleados del poder—o con ejércitos de bots el oficialismo socava la honestidad de periodistas y medios críticos o independientes; desacredita a expertos, científicos e instituciones independientes confiables para manipular al público con sus falsas "fuentes de la verdad".
Últimamente usan las "cajas chinas" o sea irrumpen en el espacio mediático con escándalos prefabricados desde las oficinas de gobierno, son distractores de actos de corrupción que involucran a altos funcionarios de gobierno, quienes siguen ejerciendo cargos públicos en total impunidad.
El antídoto para no ser un borrego del rebaño es convertirte en ciudadano o ciudadana bien informado, preocupado por crearte un pensamiento crítico. La alfabetización mediática es necesaria para diferenciar la verdad de la ficción y poder exigir tus derechos, por ejemplo a la transparencia y rendición de cuentas por parte de los gobernantes.
¡Felices Nochebuena y Navidad!
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