Explican por qué la imprudencia es común en la construcción de NY
MANHATTAN, Nueva York, EU, 23 de octubre de 2025.- En menos de una semana, en la ciudad de Nueva York se presentaron dos accidentes en el sector de la construcción, dejando la desaparición de dos hombres. La primera víctima fue Ander Bustamante, un ecuatoriano que trabaja limpiando los vidrios de un edificio en Washington Heights, en Manhattan. Mientras que la segunda cayó en un pozo de más de 65 pies de altura cuando trabajaba en la construcción del túnel Gateway, con el que se busca conectar, por tren, a NYC con New Jersey.
Las autoridades federales tomaron la investigación del segundo caso, debido a que esta obra involucra recursos a nivel gubernamental, quien aportó seis mil 800 millones de dólares de los 12 mil millones que cuesta la obra en su totalidad. Además, las empresas que tienen a cargo la obra son Amtrak, la Autoridad Metropolitana de Transporte de Nueva York, MTA, y el Long Island Rail Road.
Para Walter Sinche, instructor de OSHA en la ciudad de Nueva York, estos accidentes son los más comunes en el sector de la construcción, dado que los parámetros de seguridad, por lo general, son ignorados por los trabajadores y el empleador. Además, para el especialista el problema va mucho más allá de las condiciones de trabajo, también evalúa que esté relacionado con un modelo de supervivencia en un mundo tan competitivo como es el constructor.

“Hoy en su momento, cuando el trabajador pide seguridad al empleador o al encargado, estos no lo proveen, pero es culpa de nosotros, de los trabajadores. Porque si nosotros nos preparamos en las OSHA y no como otros que comprar la tarjeta por la calle, usted sabe lo que los estándares nos dicen que tenemos que hacer. Por ejemplo, en el caso de este señor de limpiar ventanas, no hubo un supervisor a lo mejor, especialmente un fin de semana. ¿Qué tenía que haber dado un supervisor? Tener los permisos adecuados para hacer el trabajo un fin de semana. Todo eso implica una logística o una preparación del terreno para poder realizar un trabajo, pero muchas veces primero hacemos el trabajo y de ahí están queriendo hacer la planificación sobre seguridad”, dijo Sinche.
“Muchas veces las personas tenemos mucha culpa porque el exceso de confianza les permite hacer aquello. Yo llevo haciendo esto muchos años y nunca me ha pasado nada, pero la realidad son dos segundos que le toman para usted terminar en una caja, pues, o en un tratamiento de por vida”, recalcó.
Pese a que las autoridades locales vienen implementando diferentes alternativas, dice Walter, que una ciudad como Nueva York son las que lideran el porcentaje de accidentabilidad en las construcciones, por lo que considera que si el próximo alcalde desea bajar las estadísticas deben poner en práctica que la Alcaldía subsidie a los trabajadores para que estudien en OSHA y exigir a los trabajadores que le surtan a sus empleados los materiales necesarios para hacer sus actividades.
“Son al menos dos de las cositas que la ciudad debería certificar, hacerles más responsables a los empleadores y también los trabajadores, pues si usted no tiene tarjeta no puede trabajar y si es que tiene algo ilegal, pues le van a mandar sacando, porque no está cumpliendo las normas. Hay muchos temas en la construcción, especialmente en ciudades grandes como Nueva York, hay mucho trabajo que también la ciudad y los trabajadores”, explicó.
De acuerdo con las cifras que manejan las organizaciones que promueven los derechos de los trabajadores de la construcción, el 85 por ciento de los empleados del sector son hispanos y son ellos los que tienen más riesgos de accidentes debido a la exposición que tienen frente a trabajos pesados.
“Yo estimaría del 100 por ciento de trabajadores de la construcción, un 80, 85 por ciento son ecuatorianos, en la actualidad, en Nueva York, en todas las ramas, electricistas, plomeros, carpinteros, inclusive la mujer ecuatoriana, es la más activa dentro de la construcción, eso es algo muy bonito”, puntualizó Sinche.
Frente a los accidentes presentados en esta semana el consejo del Instructor es que antes de enfrentar un problema legal o de salud, los trabajadores del sector cumplan con las capacitaciones adecuadas para mantener los parámetros de seguridad adecuadas en el desarrollo de sus actividades, y así prevenir daños irreversibles como perder la vida.
