
Transforma el exilio la forma de hacer periodismo en América Latina
TRENTON, Nueva Jersey, EU, 16 de octubre de 2025.- Este jueves 16 de octubre comenzó la 81 asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Punta Cana, República Dominicana, que estará enfocada en los desafíos del periodismo contemporáneo y el impacto de la inteligencia artificial en la profesión.
La Secretaria General Adjunta de la Organización de Estados Americanos (OEA), Laura Gil, fue una de las encargadas en intervenir durante la inauguración y resaltó que sin periodismo libre no hay democracia posible.
“Como primera mujer en el cargo de secretaria general adjunta de la OEA, me es grato acompañarlos en este encuentro anual en tanto hace tan poco, unos meses, tuve el honor de recibirlos en Washington para firmar el acuerdo entre la SIP y la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, el primer órgano intergubernamental en el mundo para la defensa de los derechos de la mujer”, expresó Gil durante su intervención en la inauguración.
Además, destacó que el objetivo del acuerdo era claro: promover la igualdad de género, fortalecer la libertad de expresión y combatir la desinformación de género en las Américas. También reconoció al gobierno de República Dominicana, por ser reconocido en 2025 por Reporteros sin Fronteras como el país con mayor índice de libertad de prensa en América Latina.
“Señor Presidente, esto es un logro que honra su compromiso con el trabajo periodístico”, dijo, al tiempo que enfatizó en sus tres identidades, como diplomática, periodista y mujer, condiciones que indica que se pueden calificar y considerar como de alto riesgo actualmente.
“Podría decir que les habla una profesional de riesgo múltiple, una mujer que ha hecho del micrófono, de la palabra y del diálogo, sus herramientas de trabajo y, a veces, hasta sus campos de batalla. Durante décadas ejercí el periodismo de opinión y fui crítica de medios, diplomacia y multilateralismo. Y hoy, en la cúpula de la OEA, sigo siendo la misma. Lo que antes predicaba, no solo lo digo, sino también hago el esfuerzo de practicarlo desde dentro”.
La también politóloga realizó un paralelismo entre el multilateralismo y el periodismo, enfatizando que ambos están en crisis.
“Estamos en crisis, señoras y señores, ustedes, los medios y nosotros, las organizaciones internacionales. Y permítame destacar la simetría entre el multilateralismo y los medios. A ambos se les dice, se les acusa de haber perdido el rumbo. A ambos se les dice que no representan a nadie, a ambos se les pregunta ¿para qué sirven? Ni el multilateralismo ni el periodismo se construyeron sobre el ejercicio del poder duro”, resaltó.
Subrayó que ninguno de los dos cuentan con ejércitos ni fuerzas coercitivas. “Se cimentaron sobre la confianza. Los medios dependen de su credibilidad ante las sociedades, la organización de estados americanos, las Naciones Unidas, el sistema multilateral entero, de la autoridad que da la implementación estatal, algo que solo se consigue cuando hay legitimidad. Si los medios son el espacio donde las sociedades se miran a sí mismas, el multilateralismo es el lugar donde las naciones intentan comprenderse entre sí. Y multilateralismo y medios se basan en la convicción de que la verdad y la cooperación no son aspiraciones ingenuas, sino necesidades prácticas”.
También expuso que actualmente vivimos en una época que desconfía de los intermediarios, aquellos que se interponen entre los ciudadanos y el poder, o entre una nación y otra. “La gente dice, no necesito a los medios, tengo las redes sociales y ahora la inteligencia artificial. Los gobiernos afirman, no necesito a las organizaciones multilaterales, puedo hacerlo todo por la vía bilateral. En ambos casos terminamos en un mismo lugar, fragmentados, ahogados por el ruido y en plena soledad”.
Destacó que tanto la prensa como el multilateralismo tienen el principio de que los hechos deben verificarse, que las palabras deben tener consecuencias y que las decisiones deben discutirse y defienden la lentitud en medio de la aceleración, “abogan por el procedimiento cuando se impone la improvisación, impulsan el diálogo en una era en que el grito se asume como claridad”.
Para la Secretaria General Adjunta de la OEA la tarea que se tiene por delante no es defender las instituciones tal como son hoy, sino en “reimaginarlas, reconociendo nuestros errores, valorando lo que dejamos atrás y acercándonos a las personas cuya confianza necesitamos construir. Para los periodistas, eso significa escuchar con más atención, con más empatía, con más respeto. Para los multilateralistas, implica demostrar que la cooperación da resultados concretos y va más allá de las palabras, aun en medio de las más profundas diferencias. Ambos debemos hablar con humildad y no con autoridad”.