Teléfono rojo

· Trump saca la lengua y amaga al T-MEC
· Mientras México se sujetará a caprichos
· No saben cómo incorporar a empresarios
Lo advertimos desde hace dos meses.
Pero ya está el amago formal:
El gobierno de Washington, o mejor dicho el presidente Donald Trump, está dispuesto a acabar con el tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.
El famoso T-MEC, bautizado así por él mismo.
Los argumentos son lo de menos.
En meses pasados era la falta de colaboración del gobierno de Claudia Sheinbaum en el combate a la migración y a los cárteles mexicanos, ahora calificados como organizaciones terroristas.
En el camino se interpusieron muchos temas más: el reclamo de aguas internacionales y adeudos cuestionables, el cierre fronterizo al aguacate mexicano por inseguridad en Michoacán y al ganado por el gusano barrenador.
En síntesis, muchos cuestionamientos en perjuicio de México pero al final casi todos saldados al gusto del magnate por el gobierno mexicano: doble muro militar para indocumentados, detención de capos, entrega de agua y muchas cosas más.
RECELOS DE TRUMP
Ahora el interés está en el T-MEC.
Hay insatisfacción estadunidense por rubros como energía, telecomunicaciones, agricultura, asuntos fiscales, reforma judicial y otros temas de interés común.
Dijo ayer el representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer:
"Hay rubros donde deberían estar cumpliendo con el T-MEC donde no lo están haciendo. Podría ser energía, servicios de telecomunicaciones, agricultura, todo tipo de cosas".
¿Cuál es la salida?
Como lo hemos adelantado aquí: acuerdos bilaterales comerciales México-Estados Unidos, México-Canadá y obviamente Canadá-Estados Unidos.
Todo en demérito, aunque sobreviva, del tratado firmado en 1992 por el presidente mexicano Carlos Salinas, el mandatario estadunidense George Bush padre y el primer ministro canadiense Brian Mulroney.
Hoy, bajo imposición de fuerza de Donald Trump, Canadá y México deberán negociar al sucedáneo de aquel Tratado de Libre Comercio (T-MEC hoy), por supuesto bajo nuevos términos.
Pero antes Trump guiará la agenda a su gusto con aplicaciones unipersonales como el 25 por ciento de cargas arancelarias a vehículos medianos y pesados.
México hará pataletas, pero tal vez sin éxito.
APOYO DIPLOMÁTICO
1.- Hay datos adicionales.
Al frente de las negociaciones está el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, pero a la vez se ha pedido un mayor respaldo del cuerpo diplomático.
Es decir, los embajadores -Esteban Moctezuma en Estados Unidos y Carlos Joaquín en Canadá- deben ser coadyuvantes al máximo nivel.
Su función es servir como intermediarios con algunos funcionarios públicos de esos países, pero sobre todo con empresarios para impulsar los intereses mexicanos.
En este aspecto hace fala mayor operación política, porque en la renegociación de 2018, con Enrique Peña al frente, se estableció el llamado cuarto de al lado, asesoría aún no contemplada para esta ocasión.
Aunque, vale la pena señalarlo, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes, busca influir con propuestas para evitar incertidumbres como los aranceles ordenados por Donald Trump.
Y 2.- el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez, sigue en lucha por la candidatura morenista a gobernador de Chihuahua.
Es abierta su confrontación con Andrea Chávez, apadrinada por el coordinador senatorial Adán Augusto López, y la secretaria del Bienestar, Adriana Montiel, preferida de Palacio Nacional.
Pérez tuvo foro nacional en la clausura de la asamblea del sindicato de trabajadores de la radio y televisión, al cual calificó como garante de la libertad de expresión y el derecho a la información ciudadana.