Descubren en este país latinoamericano una dieta que prolonga la vida

TRENTON, Nueva Jersey, UE, 4 de octubre de 2025.- La búsqueda de una vida más larga y plena ha puesto la atención global en lugares específicos del planeta conocidos como Zonas Azules, donde sus habitantes superan los cien años con mayor frecuencia que el promedio mundial. Una de estas áreas es la Península de Nicoya en Costa Rica.
Los residentes de esta exuberante región costera suelen vivir aproximadamente una década más que el ciudadano promedio de Estados Unidos (EU) y, de hecho, la proporción de centenarios allí es cerca de tres veces y media superior a la media global.
Este fenómeno de longevidad se atribuye a una combinación de factores, destacando la dieta ancestral y el estilo de vida. La gastronomía costarricense ha sido tradicionalmente natural, honesta y saludable, preparada a la antigua práctica, conservando el valor nutricional de los ingredientes sin aditivos ni químicos artificiales, de acuerdo con el chef ejecutivo Diego Mollenhauer, quiden fue consultado para tratar este tema. Ahora esta mentalidad influye en la oferta turística, atrayendo a viajeros internacionales que buscan la receta de una vida más saludable.
En Nicoya, la dieta juega un papel determinante en el bienestar y la longevidad. La base de esta alimentación es el trío dorado: maíz, frijoles y calabaza. Esta combinación proporciona un equilibrio nutricional crucial, aportando carbohidratos complejos, proteínas de origen vegetal y fibra, elementos fundamentales para la salud.
Un estudio de 2024 analizó durante 15 años la salud de más de dos mil 800 costarricenses mayores de 60 años.
La investigación concluyó que aquellos que seguían una dieta tradicional tenían un riesgo 18 por ciento menor de muerte por cualquier causa, en comparación con los que se adherían menos a este estilo de alimentación. Este patrón dietético se complementa con el bajo consumo de carnes rojas y grasas animales, en favor de fuentes naturales como semillas y aguacate, lo que favorece la salud cardiovascular, digestiva y metabólica.
Otro factor esencial es el agua local, que contiene altos niveles de calcio y magnesio, minerales conocidos por fortalecer los huesos y ayudar a prevenir enfermedades cardíacas. A esto se suma el estilo de vida activo de los nicoyanos, que incluye una dosis diaria de luz solar y mucho tiempo al aire libre.
Oferta gastronómica
Ante este panorama, la Península de Nicoya se ha convertido en un destino de turismo de bienestar. Resorts de lujo, como The W Costa Rica Reserva Conchal, están adoptando la filosofía de la Zona Azul, ofreciendo menús degustación de cinco platos inspirados en estos principios. El chef Erick Agüero lleva esta experiencia a sus restaurantes, utilizando ingredientes de temporada y de origen local, incluso cosechados en el propio jardín del complejo.
De hecho, encuestas indican que más de la mitad de los huéspedes están dispuestos a pagar más por opciones gastronómicas más saludables y limpias, lo que confirma el auge del turismo enfocado en la salud.
La esencia del estilo de vida en Nicoya, conocido como pura vida, se centra en un enfoque nutricional consciente y sostenible, arraigado en la tradición. Los visitantes se llevan consigo la inspiración para adoptar cambios duraderos, demostrando que la longevidad no es solo genética, sino una elección impulsada por la dieta y el entorno.
Según datos del Ministerio de Salud y del Tribunal Supremo de Elecciones este enclave natural, abarca los cantones de Santa Cruz, Hojancha, Carrillo, Nicoya y Nandayure, alberga a más de 900 personas mayores de 90 años y cerca de cinco mil mayores de 75 años, quienes viven activamente y en buen estado de salud. Sin duda, el estilo de vida de la región impacta directamente en su salud, pues la mortalidad entre los mayores de 90 años es 10 por ciento menor que en el resto del país, confirmando sus tradiciones como un factor clave para una vida más larga y con bienestar.