Vinculan a la falta de presupuesto el despliegue de la Guardia en NY

QUEENS, Nueva York, EU, 27 de agosto de 2025.- La reciente decisión anunciada por el presidente Donald Trump de desplegar a la Guardia Nacional en grandes ciudades como Nueva York y Chicago no estaría motivada principalmente por un tema de migración, sino por una crisis presupuestaria que limita la contratación de más policías en Estados Unidos, estos, según lo que explicó a Quadratín Hispano, el profesor Felipe Rodríguez, exoficial del NYPD con más de 31 años de servicio y actual docente en el John Jay College of Criminal Justice.
Para el especialista, el verdadero trasfondo de la medida es la carencia que existe actualmente en la ciudad de Nueva York, con la falta de unos cerca de tres mil y cinco mil uniformados para atender sus crecientes desafíos en materia de seguridad y que tienen en vilo la tranquilidad de las personas.
“Cuando se habla del despliegue de la Guardia Nacional, hay que entender que esto no es porque solo los migrantes estén generando un problema de seguridad; sino que la realidad es que no hay presupuesto suficiente para contratar más policías. Nueva York, por ejemplo, necesita más agentes y ante esa carencia se recurre a la Guardia Nacional como un apoyo temporal”, aseguró Rodríguez, quien además resaltó que la medida es más un parche administrativo, pues indica que se trata de una estrategia de largo plazo.
El anuncio de Trump, hecho hace algunos días, causó polémica en varias ciudades del país, pues el mandatario argumentó que la decisión buscaba frenar la inseguridad y dar respuesta a la crisis migratoria en lugares como Nueva York, una urbe que ha recibido en los últimos años a miles de solicitantes de asilo, pero para el especialista Rodríguez, la narrativa presidencial no se ajusta a la realidad operativa de la seguridad pública no solo en grandes ciudades sino en todo el territorio americano.
“Los migrantes no deberían tener temor porque ley, los soldados de la Guardia Nacional no tienen facultades para detener personas, ellos sí pueden retener a alguien en caso de una situación particular, pero deben llamar a un oficial de policía para que se haga la detención formal. Es decir, su rol no es el de reemplazar a la policía, sino el de acompañar en tareas específicas”: explicó Felipe Rodríguez.

El experto recordó que aunque la presencia de la Guardia Nacional puede generar una sensación de control en las calles y sensación de más acompañamiento por parte de las autoridades, esto no soluciona los problemas estructurales de seguridad, pues a su juicio, la falta de presupuesto para incrementar el número de policías es un asunto que los gobiernos deben abordar con urgencia. La seguridad ciudadana depende de un cuerpo policial que esté fortalecido, cercano a las comunidades y preparado para enfrentar los retos actuales y que a su manera de ver son bastantes complejos en diferentes estados.
Una de esas problemáticas, subrayó, es la creciente participación de adolescentes en hechos violentos.
“Hoy tenemos jóvenes de 13, 14 o 15 años que no sienten miedo de descargar un arma o cometer un delito porque saben que no serán enviados a la corte criminal, sino a la corte familiar, donde las condiciones cambian mucho. Esa brecha legal se convierte en un incentivo para que las pandillas recluten menores y los utilicen como autores de delitos graves".
“Pueden llenar las calles de soldados y policías, pero si no se ataca desde las raíces la violencia juvenil, el problema va a seguir creciendo. Necesitamos inversión en educación, en programas comunitarios y en oportunidades para que los jóvenes no vean en las armas o en el delito una salida y, por el contrario, puedan encontrar el camino real para formar una ciudad más segura”, concluyó Rodríguez.
El profesor también hizo énfasis en que las políticas públicas deben enfocarse en prevención y educación, más que en medidas temporales que no generan ninguna conciencia, para él, mientras la narrativa política siga girando alrededor de los migrantes como culpables, se desviará la atención de los verdaderos problemas que serían la falta de recursos para la policía, las fallas del sistema judicial juvenil y la ausencia de programas sólidos de inclusión social.