Desata falsa alarma de explosivo en Times Square debate sobre seguridad

MANHATTAN, Nueva York, EU, 19 de agosto de 2025.- Las falsas alarmas en Nueva York no solo activan operativos de emergencia, también generan pérdidas millonarias y exponen la fragilidad de los recursos disponibles para atender amenazas en una ciudad que nunca se detiene.
El reciente episodio en Times Square, donde un paquete sospechoso obligó al cierre de calles y a la evacuación parcial de la zona, volvió a poner sobre la mesa el impacto económico, la falta de recursos y la percepción de seguridad de quienes transitan a diario por el icónico lugar.

Felipe Ramírez, especialista en criminalística, aseguró que estas situaciones no solo alteran la vida cotidiana, sino que afectan directamente a uno de los centros económicos y turísticos más importantes de la ciudad.
“Cada vez que se paraliza Times Square se producen pérdidas millonarias, ya que no se trata solo de los comercios, sino de toda la cadena de turismo, transporte y entretenimiento que se interrumpe de un momento a otro”, explicó el especialista quien además advirtió sobre las limitaciones en la capacidad de respuesta de las autoridades.

“La ciudad cuenta con equipos entrenados, pero no siempre con los recursos suficientes para atender todas las amenazas, el riesgo es que, con más incidentes de este tipo, el sistema pueda quedar sobrecargado y la reacción se vea comprometida", señaló Ramírez.
Más allá de las pérdidas económicas o la logística de los operativos, Ramírez enfatiza que lo más delicado de estas situaciones es el efecto psicológico en la gente, la confianza ciudadana, dice, puede quebrarse incluso cuando el peligro resulta ser inexistente.
“El verdadero desafío está en mantener la percepción de seguridad, un falso explosivo puede ser neutralizado en minutos, pero el miedo que deja puede quedarse por mucho tiempo y las personas puedes sentirse amenazadas constantemente", puntualizó.

Sin embargo, en las calles de Times Square el ánimo parece mantenerse diferente y pese a la tensión y el impacto en el orden público que este tipo de situaciones genera, muchas personas no se sienten en riesgo constante, tal como lo expresó un trabajador de un local cercano quien afirma que sus rutinas no han cambiado.
“Trabajo aquí todos los días y no me siento en peligro. Claro que sé que es un sitio de riesgo porque siempre hay mucha gente, pero la vida sigue. Estoy tranquilo y no voy a dejar de venir por algo así. Hay que seguir con normalidad y trabajar, porque si no, ¿cómo hacemos para sobrevivir?”, afirmó.

La ciudad cuenta con una unidad especializada, la Bomb Squad del Counterterrorism Bureau, encargada de investigar, neutralizar y transportar con seguridad paquetes sospechosos, explosivos, artefactos incendiarios y sustancias químicas peligrosas.
Este equipo opera con tecnología avanzada, como robots manipuladores y contenedores de contención total, además trabaja de la mano con la unidad de escenas del crimen para recolectar evidencia forense, reforzando la capacidad de respuesta frente a amenazas en diferentes zonas.

Además, anuncios recientes del Mayor’s Management Report revelan que en los primeros cuatro meses del año fiscal 2024, las horas de entrenamiento en contraterrorismo para miembros uniformados cayeron un 30 por cierto, y para no uniformados en un 71 por ciento, en comparación con el mismo período del año anterior.
Esto ocurre a pesar de que los tiempos de respuesta ante incidentes críticos aumentaron casi 40 segundos, evidenciando una tensión creciente sobre los recursos disponibles para mantener una respuesta ágil y efectiva en emergencias.

Aunque el incidente en Times Square fue finalmente una falsa alarma, dejó al descubierto tanto la fortaleza tecnológica y operativa con la que cuenta la ciudad, como las crecientes limitaciones en capacitación y tiempos de respuesta, que plantean riesgos pero según especialistas el desafío no solo es neutralizar amenazas inmediatas, sino garantizar que el sistema cuente con los medios suficientes para sostener esa capacidad en el tiempo.