Encabeza artista colombiano acción de Inside Out en Times Square

MANHATTAN, Nueva York, EU, 31 de julio de 2025.- En pleno Times Square, junto en Father Duffy Square, una cabina fotográfica de gran formato se ha transformado en un símbolo de resistencia, memoria y llamado colectivo a la acción.
Durante los días 30 y 31 de julio, la plataforma artística global Inside Out volvió a Nueva York con una intervención pública que invita a reflexionar sobre la urgente necesidad de redirigir el gasto militar hacia sectores esenciales como la salud, la educación y la vivienda. La acción, impulsada por Ben Cohen, activista y cofundador de Ben & Jerry’s, lleva por nombre Up in Arms - En pie de lucha.

Como parte del equipo que lidera esta movilización se encuentra Luis Germán Gómez, artista visual colombiano nacido en Cúcuta, quien actualmente reside en Nueva York, aunque su trabajo lo ha llevado a recorrer el mundo llevando el arte a comunidades diversas. Desde hace más de una década, ha sido una de las voces activas dentro del proyecto Inside Out, fundado en 2011 por el artista francés JR tras recibir el Premio TED.

“Esto no es solo una cabina de fotos”, explicó Luis Germán. “Es una plataforma para que la gente exprese lo que siente a través de su rostro, su voz, su historia. Inside Out no impone mensajes, ofrece el espacio para que cada comunidad visibilice sus causas; en este caso, estamos apoyando una acción que cuestiona el gasto militar desmedido y propone invertir esos recursos donde realmente se necesitan, en nuestras escuelas, nuestros hospitales, nuestras familias”, precisó el artista.
La propuesta es sencilla pero poderosa, los participantes entran a la cabina y se toman un retrato en blanco y negro de gran formato. Estas imágenes se imprimen al instante y se exhiben directamente en la plaza de Times Square, creando un mural humano que transforma el entorno urbano en un grito colectivo visible, directo y conmovedor.

Para Germán, esta intervención en Times Square no es solo una acción simbólica, sino una llamada a despertar.
“Todo es posible cuando el amor supera el miedo, yo creo en el arte como servicio, como energía transformadora. Si logramos conectar desde la empatía, desde la transparencia, si logramos ponernos en los zapatos del otro, entonces sí podemos cambiar el mundo”, afirmó.

Luis Germán comenzó a colaborar con Inside Out en 2013, inicialmente como voluntario en una acción a favor de la reforma migratoria. Desde entonces, ha facilitado proyectos con comunidades inmigrantes, refugiadas, afrodescendientes, LGTB+, y muchas otras, siempre poniendo el arte al servicio del diálogo y la inclusión.
La intervención Up in Arms se enmarca en un momento de creciente tensión social y política en Estados Unidos, con debates intensos sobre el gasto militar, los recortes a programas sociales, la violencia armada y el conflicto en Medio Oriente.
La acción fue financiada por Ben Cohen, cofundador de la icónica marca de helados Ben & Jerry’s, quien en los últimos años se ha convertido en una figura destacada del activismo progresista; a través de esta instalación en Times Square, Cohen busca visibilizar la necesidad de replantear las prioridades presupuestarias del país y apostar por una seguridad basada en la justicia social y el bienestar colectivo.
“El arte es una forma de protestar sin violencia, una invitación a reflexionar sin confrontación, esta cabina en Times Square es una provocación suave pero firme, una manera de decirle al país, escúchanos, míranos, actúa. Porque cuando el arte nace del amor, tiene el poder real de transformar el mundo”, concluyó Luis German.

Ver los rostros de tantas personas al recibir su retrato fue, en sí mismo, un acto transformador, sonrisas, miradas emocionadas y gestos de orgullo llenaron la plaza mientras cada participante se veía reflejado en una imagen que, por unos días, forma parte del corazón de la ciudad.

En una urbe tan vertiginosa como Nueva York, ser visto, reconocido y representado en el espacio público cobra un significado profundo, Inside Out no solo ofreció una experiencia artística, sino también un recordatorio de que cada rostro cuenta, cada historia importa, y que el arte, cuando se pone al servicio de la comunidad, puede hacer visible lo invisible.