Abanico

Las redes no solo conectan personas: Multiplican posibilidades. Con ellas emergen alianzas, visibilidad, mentoría, patrocinio… y hasta inspiración inesperada.
Para ampliar y diversificar las redes sociales de forma estratégica, se necesita:
Definir el propósito y audiencia. Esto implica analizar el tipo de conexiones que se buscan, si se trata de aliados, mentores, patrocinadores o colaboradores. También determinar los temas a visibilizar. Aquí aparece un gran abanico de opciones: transparencia fiscal, innovación social, liderazgo ético….
Esta acción previa es necesaria para construir una red coherente y alineada con nuestro propósito.
El segundo paso es diversifica plataformas y espacios. Debe considerarse esto:
LinkedIn: ideal para posicionarse como experto y conectar con líderes.
Twitter/X: útil para seguir conversaciones sectoriales y participar en debates.
Womenalia o Xing: redes profesionales con enfoque en liderazgo femenino o europeo.
Telegram o Substack: para crear comunidad en torno a ideas propias.
También conviene analizar la participación en eventos híbridos: conferencias, webinars, círculos de lectura o cafés virtuales.
Por supuesto no se necesita participar en todas las redes, sino las que convengan a tus intereses.
¿No se tienen suficientes contactos? Conviene activar las conexiones “dormidas”. Es decir, reconectar colegas, exjefes, profesoras, aliados de proyectos pasados, compartir una actualización genuina sobre el trabajo que actualmente se realiza y preguntar por el suyo.
Ofrece valor antes de pedir algo: un artículo, una invitación, una idea.
Es importante crear contenido con intención. Por ejemplo, publicar reflexiones, aprendizajes o herramientas como checklist o infografías, participa en conversaciones relevantes: comentar, compartir y preguntar.
Mostrar una voz ética, cálida, estructurada. Esto atrae a quienes comparten nuestros valores.
Por otra parte, debe considerarse presentar personas entre sí cuando veas sinergias.Esto te posiciona como nodo confiable y generoso en la red.
Un consejo crucial es ser estratégica con el tiempo. Esto es, dedica 15–30 minutos semanales a cultivar nuestra red: comentar, escribir, conectar.
Es muy útil usar herramientas como calendarios editoriales o recordatorios de seguimiento.