Desalojan por cambio climático la primera isla panameña: Gardi Sugdub

PRINCETON, Nueva Jersey, EU, 21 de junio de 2025 .- La isla panameña de Gardi Sugdub, ubicada en el archipiélago de Guna Yala, ha quedado prácticamente deshabitada tras la reubicación de casi todos sus mil 200 habitantes hacia tierra firme.
La comunidad indígena guna que vivía allí fue trasladada a un nuevo asentamiento continental construido por el gobierno panameño con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), como medida de adaptación frente a las crecientes inundaciones.
Según The Intergovernmental Panel on Climate Change, el nivel del mar en la región caribeña de Panamá ha aumentado cerca de 3,5 milímetros por año, agravando los riesgos para las islas bajas de la zona.
El nuevo asentamiento, conocido como Isber Yala o Nuevo Cartí, ofrece casas prefabricadas, servicios básicos y una casa comunal para preservar las costumbres. Sin embargo, la nueva comunidad se encuentra a unos 30 minutos a pie del mar, lo que ha modificado el estilo de vida tradicional, basado en la pesca y la cercanía al agua.
A pesar del consenso general sobre la necesidad del traslado, no todos los miembros de la comunidad comparten la idea de que sus islas están en inminente peligro.
“Desde que recuerdo, siempre ha sido así”, afirma Lázaro López Gómez, de 66 años, parte de la comunidad Guna Yala y originario de la isla Tukwala.
“Hay épocas de lluvia, hay épocas de verano, todo tiene su momento. La marea sube, pero nunca hunde toda la isla”, agregó.
Para él, los temores actuales se deben en parte al desconocimiento de la historia ambiental del lugar y a los cambios generacionales: “Los mayores ya saben cómo es la situación. Pero los jóvenes tienen miedo y se mudaron a tierra firme porque el gobierno donó la casa”.

López Gómez señala también que en sectores como Cartí, donde no existen muros de contención, las inundaciones son más visibles, lo que ha generado preocupación.
“Donde vivo, hay algo así como un muro natural. No estamos a salvo, pero la gente nunca ha visto esto antes”. Su perspectiva aporta matices al debate sobre desplazamientos climáticos, recordando que las dinámicas ambientales en la región no son nuevas, aunque sí se han intensificado.
“Siempre me llega la marea a las rodillas. He vivido así y no ha pasado nada”, comenta con ironía.
El caso de Gardi Sugdub se ha convertido en un modelo para lo que expertos advierten será una tendencia creciente en las próximas décadas.
Panamá ya proyecta que más de 30 comunidades costeras podrían necesitar reubicación para 2050, y se estima que el país requerirá más de mil millones de dólares para implementar planes de adaptación similares.
Este desplazamiento planificado, completado en 2024, es uno de los primeros en América Latina provocados directamente por el aumento del nivel del mar.