Portazo

La CIA y la hipocresía
Cuando conocimos el historial del embajador Ronald Johnson, una ola fría erizó la nuca de la patria.
Su pasado de boina verde asusta. Pero al verlo en la Basílica de Guadalupe, el temor aumentó. La CIA y la hipocresía. A su pasado de operador militar en operaciones especiales (algunas veces ilegales), y espía, se quiere agregar el guadalupanismo.
Y todo eso sucede en el peor momento (dice mi memoria de medio siglo), en la historia reciente de las relaciones México-Estados Unidos.
Si en días pasados el otro Donald; Trump, se burló de la presidenta (con A) de México, CSP, y le endilgó parálisis, miedo y ausencia de pensamiento por temor a los cárteles cuya existencia su ejército podría eliminar, ahora a ese insulto, se agrega la manipulación de imágenes generadas por la embajada de Washington con las cuales quiere probar la acción directa y armada del ICE en operaciones aquí.
La fotografía divulgada por los estadunidenses y alojada en publicaciones y redes mexicanas muestra a una cuarteta de agentes armados hasta los dientes a bordo de un transporte del ejército mexicano. La presidenta (con A)rechazó el bulo y denunció la manipulación en una "mañanera" (jueves) cuyo aire se podía cortar con un cuchillo. La retractación fue insuficiente.
No importa quien diga lo contrario, Ronald Johnson le presentará sus credenciales a la doctora pasado mañana y lo hará en el peor de los peores momentos de las siempre tensas relaciones bilaterales. Pero nunca han estado tan mal y por desgracia las llamadas telefónicas entre Trump y CSP; no son sino una escenografía, un telón de teatro, ajenos a la verdad de las cosas. Los telefonemas ofrecen la imagen de un diálogo respetuoso y fecundo. Pero cuando se corta la línea, el gobierno de EU le da otra vuelta a la tuerca de sus interminables presiones.
En verdad llama la atención la variedad de las hostilidades: gravar las remesas, pelear contra el gusano barrenador, cercar a una gobernadora, cerrar la frontera a las exportaciones de ganado, aplicar tarifas al acero y el aluminio, perseguir y deportar indocumentados; secar las presas del norte (sedientas de por sí) en el indebido cobro de agua y ahora distorsionar los esquemas de cooperación.
La tormenta perfecta de resultados imperfectos.
Y de acuerdo con medios de allá (aseguró “ProPublica” de Tim Golden), con en Marina del Pilar y su pareja gobernante como respaldo a la viabilidad, “un equipo del Presidente Donald Trump dentro de la Casa Blanca, recopiló una lista con docenas de nombres de figuras públicas en México con presuntos vínculos con el narcotráfico a los que podrían imponerles sanciones de viaje y financieras”.
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